sábado, 16 de abril de 2011

Salmos Capítulo 143

Salmos Capítulo 143

1 Salmo de David. Oh SEÑOR, oye mi oración, escucha mis ruegos por tu verdad; respóndeme por tu justicia.

2 Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de ti ningún viviente.

3 Porque ha perseguido el enemigo mi alma; ha quebrantado en tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.

4 Y mi espíritu se angustió dentro de mí; se pasmó mi corazón.

5 Me acordé de los días antiguos; meditaba en todas tus obras, meditaba en las obras de tus manos.

6 Extendí mis manos a ti; mi alma a ti como la tierra sedienta. (Selah.)

7 Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

8 Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he alzado mi alma.

9 Líbrame de mis enemigos, oh SEÑOR; a ti me acojo.

10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud.

11 Por tu Nombre, oh SEÑOR me vivificarás; por tu justicia, sacarás mi alma de angustia.

12 Y por tu misericordia disiparás mis enemigos, y destruirás todos los adversarios de mi alma; porque yo soy tu siervo.

viernes, 15 de abril de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 142

Salmos Capítulo 142

1 Masquil de David: Oración que hizo cuando estaba en la cueva. Con mi voz clamaré al SEÑOR, con mi voz pediré misericordia al SEÑOR.

2 Delante de él derramaré mi querella; delante de él denunciaré mi angustia.

3 Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

4 Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había quién me conociese; no tuve refugio, no había quién volviese por mi vida.

5 Clamé a ti, oh SEÑOR, Dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes.

6 Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

7 Saca mi alma de la cárcel para que alabe tu Nombre; conmigo harán fiesta los justos, cuando me hubieras hecho bien.

jueves, 14 de abril de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 141

Un Canto de alabanza de David:
¡O YAHWEH, he clamado a ti; escúchame!
Escucha mi súplica cuando te llamo.
2 Deja que mi oración sea como incienso delante de ti,
mis manos levantadas, como el sacrificio de la tarde.
3 Pon guarda sobre mi boca, O YAHWEH;
y puerta fuerte en mis labios.[380]
4 No dejes que mi corazón se incline a cosas malignas,
para emplear pretextos para el pecado
con hombres que son obreros de iniquidad;
guárdame de unirme con sus escogidos.[381]
5 Deja que el justo me golpee con misericordia,
que él me corrija; será un acto de amor.
Que el aceite del pecador no unja mi cabeza,
porque aun mis oraciones serán también en sus placeres.
6 Cuando sus gobernantes sean lanzados al precipicio,
[los perversos] oirán que mis palabras eran convenientes.
7 Como cuando la tierra es arada y desmenuzada,
nuestros huesos están esparcidos a la boca del Sheol.
8 Porque mis ojos, O YAHWEH, están en ti;
en ti yo tomo refugio; no quites mi vida.
9 Guárdame de la trampa que me han tendido,
codiciosas y malvadas que viven a nuestro alrededor, y no de conquistadores extranjeros.
379 Otra vez vemos las gracias a Su Nombre, no apelativos ni sustitutos.
380 Mejor es tener la boca cerrada, Ya'akov escribió que «la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes
cosas» (Ya 3.5). Lashon hara (lenguaje de estiércol), calumnias, chismes, mentiras, leguaje soez.
381 David reconoce que las inclinaciones de la carne y las presiones culturales de afuera conducen a la iniquidad.
Deleites son aquellas cosas que saben bien pero que están prohibidas por la Toráh de Moshe. Simbolizan los pecados
de la carne.

miércoles, 13 de abril de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 140

Salmos Capítulo 140

1 Al Vencedor: Salmo de David. Líbrame, oh SEÑOR, del hombre malo; de varón de iniquidades me guarde.

2 Los cuales pensaron males en el corazón, cada día urden contiendas.

3 Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.)

4 Guárdame, oh SEÑOR, de manos del impío, de varón de injurias me guarde; que han pensado trastornar mis pasos.

5 Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red; en el lugar de la senda me han puesto lazos. (Selah.)

6 He dicho al SEÑOR: Dios mío eres tú; escucha, oh SEÑOR, la voz de mis ruegos.

7 Oh DIOS el Señor, fortaleza de mi salud, cubre mi cabeza el día de las armas.

8 No des, oh SEÑOR, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. (Selah.)

9 En cuanto a la cabeza de los que me cercan, la perversidad de sus labios la cubra.

10 Caigan sobre ellos brasas; en el fuego los haga caer, en profundos hoyos de donde no salgan.

11 El varón deslenguado no será firme en la tierra; el mal cazará al varón de injuria para derribarle.

12 Yo sé que hará el SEÑOR el juicio del pobre, el juicio de los menesterosos.

13 Ciertamente los justos alabarán tu Nombre; los rectos morarán en tu presencia.

martes, 12 de abril de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 139

Salmos Capítulo 139

1 Al Vencedor: de David: Salmo. SEÑOR, tú me has examinado y conocido.

2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos.

3 Mi andar y mi reposo has ceñido, y todos mis caminos has aparejado.

4 Pues aun no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda.

5 Rostro y envés tú me formaste, y sobre mí pusiste tu mano.

6 Más maravillosa es su ciencia que mi capacidad; alta es, no puedo comprenderla.

7 ¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?

8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si hiciere mi estrado en el infierno, hete allí.

9 Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar,

10 aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá por causa de mí.

12 Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son como la luz.

13 Porque tú poseíste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.

14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma conoce en gran manera.

15 No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra.

16 Tus ojos vieron mi cuerpo aun imperfecto, y en tu libro todos mis miembros estaban escritos; que fueron luego formados, sin faltar uno de ellos.

17 Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas!

18 Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.

19 De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, los varones sanguinarios,

20 que te dicen blasfemias; se ensoberbecen en vano tus enemigos.

21 ¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?

22 De entero odio los aborrecí; los tuve por enemigos.

23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;

24 y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno

domingo, 10 de abril de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 138

Salmos Capítulo 138

1 De David. Te Alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos.

2 Adoraré al templo de tu santidad, y alabaré tu Nombre sobre tu misericordia y tu verdad; porque has hecho magnífico tu Nombre, y has engrandecido tu dicho sobre todas las cosas.

3 El día que llamé, me respondiste; me fortaleciste con fortaleza en mi alma.

4 Te confesarán, oh SEÑOR, todos los reyes de la tierra, porque oyeron los dichos de tu boca.

5 Y cantarán de los caminos del SEÑOR, que la gloria del SEÑOR es grande.

6 Porque el alto SEÑOR mira al humilde; y al altivo no lo conoce.

7 Si anduviere yo por medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y tu diestra me salvará.

8 El SEÑOR cumplirá por mí; tu misericordia, oh SEÑOR, es para siempre; no dejarás la obra de tus manos.