sábado, 27 de noviembre de 2010

SALMO 33

Salmo 33


1ALEGRAOS, justos, en Jehová:

A los rectos es hermosa la alabanza.

2Celebrad á Jehová con arpa:

Cantadle con salterio y decacordio.

3Cantadle canción nueva:

Hacedlo bien tañendo con júbilo.

4Porque recta es la palabra de Jehová,

Y toda su obra con verdad hecha.

5El ama justicia y juicio:

De la misericordia de Jehová está llena la tierra.

6Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,

Y todo el ejército de ellos por el espíritu de su boca.

7El junta como en un montón las aguas de la mar:

El pone en depósitos los abismos.

8Tema á Jehová toda la tierra:

Teman de él todos los habitadores del mundo.

9Porque él dijo, y fué hecho;

El mandó, y existió.

10Jehová hace nulo el consejo de las gentes,

Y frustra las maquinaciones de los pueblos.

11El consejo de Jehová permanecerá para siempre;

Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.

12Bienaventurada la gente de que Jehová es su Dios;

El pueblo á quien escogió por heredad para sí.

13Desde los cielos miró Jehová;

Vió á todos los hijos de los hombres:

14Desde la morada de su asiento miró

Sobre todos los moradores de la tierra.

15El formó el corazón de todos ellos;

El considera todas sus obras.

16El rey no es salvo con la multitud del ejército:

No escapa el valiente por la mucha fuerza.

17Vanidad es el caballo para salvarse:

Por la grandeza de su fuerza no librará.

18He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen,

Sobre los que esperan en su misericordia;

19Para librar sus almas de la muerte,

Y para darles vida en el hambre.

20Nuestra alma esperó á Jehová;

Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.

21Por tanto en él se alegrará nuestro corazón,

Porque en su santo nombre hemos confiado.

22Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,

Como esperamos en ti.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Salmo 32

Salmo 32

Salmo de David: Masquil.


1BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus pecados.

2Bienaventurado el hombre á quien no imputa Jehová la iniquidad,

Y en cuyo espíritu no hay superchería.

3Mientras callé, envejeciéronse mis huesos

En mi gemir todo el día.

4Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;

Volvióse mi verdor en sequedades de estío. (Selah.)

5Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.

Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones á Jehová;

Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. (Selah.)

6Por esto orará á ti todo santo en el tiempo de poder hallarte:

Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas á él.

7Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia;

Con cánticos de liberación me rodearás. (Selah.)

8Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar:

Sobre ti fijaré mis ojos.

9No seáis como el caballo, ó como el mulo, sin entendimiento:

Con cabestro y con freno su boca ha de ser reprimida,

Para que no lleguen á ti.

10Muchos dolores para el impío;

Mas el que espera en Jehová, lo cercará misericordia.

11Alegraos en Jehová, y gozaos, justos:

Y cantad todos vosotros los rectos de corazón.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

SALMOS CAPITULO 31

Salmos Capítulo 31

1 Al Vencedor: Salmo de David. En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre; líbrame en tu justicia.

2 Inclina a mí tu oído, líbrame presto; seme por roca de fortaleza, por casa fuerte para salvarme.

3 Porque tú eres mi roca y mi castillo; y por tu Nombre me guiarás, y me encaminarás.

4 Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.

5 En tu mano encomendaré mi espíritu; tú me redimirás, oh SEÑOR, Dios de verdad.

6 Aborrecí a los que esperan en vanidades ilusorias; mas yo en el SEÑOR he esperado.

7 Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias;

8 y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en anchura.

9 Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, que estoy en angustia; se han carcomido de pesar mis ojos, mi alma, y mis entrañas.

10 Porque se ha acabado mi vida con dolor, y mis años con suspiro; se ha enflaquecido mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

11 De todos mis enemigos he sido oprobio, y de mis vecinos en gran manera, y horror a mis conocidos; los que me ven fuera, huyen de mí.

12 He sido olvidado del todo como un muerto; he venido a ser como un vaso perdido.

13 Porque he oído afrenta de muchos, cerrado de temores; cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban para prenderme el alma.

14 Mas yo en ti confié, oh SEÑOR; yo dije: Dios mío eres tú.

15 En tu mano están mis tiempos; líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.

16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame por tu misericordia.

17 SEÑOR, no sea yo confundido, porque te he invocado; sean confusos los impíos, sean cortados para el infierno.

18 Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras, con soberbia y menosprecio.

19 ¡Cuán grande es tu bien, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!

20 Los esconderás en el escondedero de tu rostro de las arrogancias del hombre; los esconderás en el tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.

21 Bendito el SEÑOR, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte.

22 Y decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos; mas tú ciertamente oíste la voz de mis ruegos, cuando a ti clamaba.

23 Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.

24 Esforzaos y esfuércese vuestro corazón todos los que esperáis en el SEÑOR.

martes, 23 de noviembre de 2010

SALMO CAPITULO 30

Salmos Capítulo 30

1 Salmo de canción al estrenar la casa de David: Te ensalzaré, oh SEÑOR; porque me has ensalzado; y no hiciste alegrar mis enemigos de mí.

2 SEÑOR Dios mío, clamé a ti, y me sanaste.

3 Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.

4 Cantad al SEÑOR sus misericordiosos, y celebrad la memoria de su santidad.

5 Porque un momento hay en su furor; mas en su voluntad está la vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.

6 Y dije yo en mi prosperidad: No seré jamás conmovido;

7 porque tú, SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.

8 A ti, oh DIOS, llamaré; y al Señor suplicaré.

9 ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descendiere al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

10 Oye, oh SEÑOR, y ten misericordia de mí: SEÑOR, sé tú mi ayudador.

11 Has tornado mi endecha en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.

12 Por tanto a ti canté gloria, y no callé; SEÑOR Dios mío, te alabaré para siempre.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Salmo 29

Salmo 29

Salmo de David.


1DAD á Jehová, oh hijos de fuertes,

Dad á Jehová la gloria y la fortaleza.

2Dad á Jehová la gloria debida á su nombre:

Humillaos á Jehová en el glorioso santuario.

3Voz de Jehová sobre las aguas:

Hizo tronar el Dios de gloria:

Jehová sobre las muchas aguas.

4Voz de Jehová con potencia;

Voz de Jehová con gloria.

5Voz de Jehová que quebranta los cedros;

Y quebrantó Jehová los cedros del Líbano.

6E hízolos saltar como becerros;

Al Líbano y al Sirión como hijos de unicornios.

7Voz de Jehová que derrama llamas de fuego.

8Voz de Jehová que hará temblar el desierto;

Hará temblar Jehová el desierto de Cades.

9Voz de Jehová que hará estar de parto á las ciervas,

Y desnudará la breñas:

Y en su templo todos los suyos le dicen gloria.

10Jehová preside en el diluvio,

Y asentóse Jehová por rey para siempre.

11Jehová dará fortaleza á su pueblo:

Jehová bendecirá á su pueblo en paz.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Salmo 28

Salmo 28

Salmo de David.


1A TI clamaré, oh Jehová,

Fortaleza mía: no te desentiendas de mí;

Porque no sea yo, dejándome tú,

Semejante á los que descienden al sepulcro.

2Oye la voz de mis ruegos cuando clamo á ti,

Cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad.

3No me arrebates á una con los malos,

Y con los que hacen iniquidad:

Los cuales hablan paz con sus prójimos,

Y la maldad está en su corazón.

4Dales conforme á su obra, y conforme á la malicia de sus hechos:

Dales conforme á la obra de sus manos,

Dales su paga.

5Porque no atendieron á las obras de Jehová,

Ni al hecho de sus manos,

Derribarálos, y no los edificará.

6Bendito Jehová,

Que oyó la voz de mis ruegos.

7Jehová es mi fortaleza y mi escudo:

En él esperó mi corazón, y fuí ayudado;

Por lo que se gozó mi corazón,

Y con mi canción le alabaré.

8Jehová es su fuerza,

Y la fortaleza de las saludes de su ungido.

9Salva á tu pueblo, y bendice á tu heredad;

Y pastoréalos y ensálzalos para siempre.