viernes, 31 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 65

Salmo 65

Al Músico principal: Salmo: Cántico de David.


1A TI es plácida la alabanza en Sión, oh Dios:

Y á ti se pagarán los votos.

2Tú oyes la oración:

A ti vendrá toda carne.

3Palabras de iniquidades me sobrepujaron:

Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.

4Dichoso el que tú escogieres, é hicieres llegar á ti,

Para que habite en tus atrios:

Seremos saciados del bien de tu casa,

De tu santo templo.

5Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú,

Oh Dios de nuestra salud,

Esperanza de todos los términos de la tierra,

Y de los más remotos confines de la mar.

6Tú, el que afirma los montes con su potencia,

Ceñido de valentía:

7El que amansa el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas,

Y el alboroto de las gentes.

8Por tanto los habitadores de los fines de la tierra temen de tus maravillas.

Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.

9Visitas la tierra, y la riegas:

En gran manera la enriqueces

Con el río de Dios, lleno de aguas:

Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.

10Haces se empapen sus surcos,

Haces descender sus canales:

Ablándasla con lluvias,

Bendices sus renuevos.

11Tú coronas el año de tus bienes;

Y tus nubes destilan grosura.

12Destilan sobre las estancias del desierto;

Y los collados se ciñen de alegría.

13Vístense los llanos de manadas,

Y los valles se cubren de grano:

Dan voces de júbilo, y aun cantan.

jueves, 30 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 64

Salmo 64

Al Músico principal: Salmo de David.


1ESCUCHA, oh Dios, mi voz en mi oración:

Guarda mi vida del miedo del enemigo.

2Escóndeme del secreto consejo de los malignos;

De la conspiración de los que obran iniquidad:

3Que amolaron su lengua como cuchillo,

Y armaron por su saeta palabra amarga;

4Para asaetear á escondidas al íntegro:

De improviso lo asaetean, y no temen.

5Obstinados en su inicuo designio,

Tratan de esconder los lazos,

Y dicen: ¿Quién los ha de ver?

6Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta;

Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como el corazón, es profundo.

7Mas Dios los herirá con saeta;

De repente serán sus plagas.

8Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas:

Se espantarán todos los que los vieren.

9Y temerán todos los hombres,

Y anunciarán la obra de Dios,

Y entenderán su hecho.

10Alegraráse el justo en Jehová, y confiaráse en él;

Y se gloriarán todos los rectos de corazón.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 63

Salmo 63

Salmo de David, estando en el desierto de Judá.


1DIOS, Dios mío eres tú: levantaréme á ti de mañana:

Mi alma tiene sed de ti, mi carne te desea,

En tierra de sequedad y transida sin aguas;

2Para ver tu fortaleza y tu gloria,

Así como te he mirado en el santuario.

3Porque mejor es tu misericordia que la vida:

Mis labios te alabarán.

4Así te bendeciré en mi vida:

En tu nombre alzaré mis manos.

5Como de meollo y de grosura será saciada mi alma;

Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

6Cuando me acordaré de ti en mi lecho,

Cuando meditaré de ti en las velas de la noche.

7Porque has sido mi socorro;

Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

8Está mi alma apegada á ti:

Tu diestra me ha sostenido.

9Mas los que para destrucción buscaron mi alma,

Caerán en los sitios bajos de la tierra.

10Destruiránlos á filo de espada;

Serán porción de las zorras.

11Empero el rey se alegrará en Dios;

Será alabado cualquiera que por él jura:

Porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada.

martes, 28 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 62

Salmo 62

Al Músico principal: á Jeduthúm: Salmo de David.


1EN Dios solamente está callada mi alma:

De él viene mi salud.

2El solamente es mi fuerte, y mi salud;

Es mi refugio, no resbalaré mucho.

3¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre?

Pereceréis todos vosotros,

Caeréis como pared acostada, como cerca ruinosa.

4Solamente consultan de arrojarle de su grandeza;

Aman la mentira,

Con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. (Selah.)

5Alma mía, en Dios solamente reposa;

Porque de él es mi esperanza.

6El solamente es mi fuerte y mi salud:

Es mi refugio, no resbalaré.

7En Dios está mi salvación y mi gloria:

En Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio.

8Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;

Derramad delante de él vuestro corazón:

Dios es nuestro amparo. (Selah.)

9Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón:

Pesándolos á todos igualmente en la balanza,

Serán menos que la vanidad.

10No confiéis en la violencia,

Ni en la rapiña; no os envanezcáis:

Si se aumentare la hacienda, no pongáis el corazón en ella.

11Una vez habló Dios;

Dos veces he oído esto:

Que de Dios es la fortaleza.

12Y de ti, oh Señor, es la misericordia:

Porque tú pagas á cada uno conforme á su obra.

lunes, 27 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 61

Salmo 61

Al Músico principal: sobre Neginoth: Salmo de David.


1OYE, oh Dios, mi clamor;

A mi oración atiende.

2Desde el cabo de la tierra clamaré á ti, cuando mi corazón desmayare:

A la peña más alta que yo me conduzcas.

3Porque tú has sido mi refugio,

Y torre de fortaleza delante del enemigo.

4Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre:

Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.

5Porque tú, oh Dios, has oído mis votos,

Has dado heredad á los que temen tu nombre.

6Días sobre días añadirás al rey:

Sus años serán como generación y generación.

7Estará para siempre delante de Dios:

Misericordia y verdad prepara que lo conserven.

8Así cantaré tu nombre para siempre,

Pagando mis votos cada día.

domingo, 26 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 60

Salmo 60

Al Músico principal: sobre Susan-Heduth: Michtam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, é hirió de Edom en el valle de las Salina doce mil.


1OH Dios, tú nos has desechado, nos disipaste;

Te has airado: vuélvete á nosotros.

2Hiciste temblar la tierra, abrístela:

Sana sus quiebras, porque titubea.

3Has hecho ver á tu pueblo duras cosas:

Hicístenos beber el vino de agitación.

4Has dado á los que te temen bandera

Que alcen por la verdad. (Selah.)

5Para que se libren tus amados,

Salva con tu diestra, y óyeme.

6Dios pronunció por su santuario; yo me alegraré;

Partiré á Sichêm, y mediré el valle de Succoth.

7Mío es Galaad, y mío es Manasés;

Y Ephraim es la fortaleza de mi cabeza;

Judá, mi legislador;

8Moab, la vasija de mi lavatorio;

Sobre Edom echaré mi zapato:

Haz júbilo sobre mí, oh Palestina.

9¿Quién me llevará á la ciudad fortalecida?

¿Quién me llevará hasta Idumea?

10Ciertamente, tú, oh Dios, que nos habías desechado;

Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos.

11Danos socorro contra el enemigo,

Que vana es la salud de los hombres.

12En Dios haremos proezas;

Y él hollará nuestros enemigos.

sábado, 25 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 59

Salmo 59

Al Músico principal: sobre No destruyas: Michtam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo.


1LÍBRAME de mis enemigos, oh Dios mío:

Ponme en salvo de los que contra mí se levantan.

2Líbrame de los que obran iniquidad,

Y sálvame de hombres sanguinarios.

3Porque he aquí están acechando mi vida:

Hanse juntado contra mí fuertes,

No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová.

4Sin delito mío corren y se aperciben:

Despierta para venir á mi encuentro, y mira.

5Y tú, Jehová Dios de los ejércitos,

Dios de Israel, Despierta para visitar todas las gentes:

No hayas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah.)

6Volveránse á la tarde, ladrarán como perros,

Y rodearán la ciudad.

7He aquí proferirán con su boca;

Cuchillos están en sus labios,

Porque dicen: ¿Quién oye?

8Mas tú, Jehová, te reirás de ellos,

Te burlarás de todas las gentes.

9De su fuerza esperaré yo en ti:

Porque Dios es mi defensa.

10El Dios de mi misericordia me prevendrá:

Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo.

11No los matarás, porque mi pueblo no se olvide:

Hazlos vagar con tu fortaleza, y abátelos.

Oh Jehová, escudo nuestro,

12Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios;

Y sean presos por su soberbia,

Y por la maldición y mentira que profieren.

13Acábalos con furor, acábalos, y no sean:

Y sepan que Dios domina en Jacob

Hasta los fines de la tierra. (Selah).

14Vuelvan pues á la tarde, y ladren como perros,

Y rodeen la ciudad.

15Anden ellos errantes para hallar qué comer:

Y si no se saciaren, murmuren.

16Yo empero cantaré tu fortaleza,

Y loaré de mañana tu misericordia:

Porque has sido mi amparo

Y refugio en el día de mi angustia.

17Fortaleza mía, á ti cantaré;

Porque eres Dios de mi amparo, Dios de mi misericordia.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Salmo 58

Salmo 58

Al Músico principal: sobre No destruyas: Michtam de David.


1OH congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia?

¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?

2Antes con el corazón obráis iniquidades:

Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.

3Enajenáronse los impíos desde la matriz;

Descarriáronse desde el vientre, hablando mentira.

4Veneno tienen semejante al veneno de la serpiente:

Son como áspide sordo que cierra su oído;

5Que no oye la voz de los que encantan,

Por más hábil que el encantador sea.

6Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas:

Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.

7Corránse como aguas que se van de suyo:

En entesando sus saetas, luego sean hechas pedazos.

8Pasen ellos como el caracol que se deslíe:

Como el abortivo de mujer, no vean el sol.

9Antes que vuestras ollas sientan las espinas,

Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.

10Alegraráse el justo cuando viere la venganza:

Sus pies lavará en la sangre del impío.

11Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay fruto para el justo;

Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.

jueves, 23 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 57

Salmo 57

Al Músico principal: sobre No destruyas: Michtam de David, cuando huyó de delante de Saúl á la cueva.


1TEN misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;

Porque en ti ha confiado mi alma,

Y en la sombra de tus alas me ampararé,

Hasta que pasen los quebrantos.

2Clamaré al Dios Altísimo,

Al Dios que me favorece.

3El enviará desde los cielos, y me salvará

De la infamia del que me apura; (Selah)

Dios enviará su misericordia y su verdad.

4Mi vida está entre leones;

Estoy echado entre hijos de hombres encendidos:

Sus dientes son lanzas y saetas,

Y su lengua cuchillo agudo.

5Ensálzate sobre los cielos, oh Dios;

Sobre toda la tierra tu gloria.

6Red han armado á mis pasos;

Hase abatido mi alma:

Hoyo han cavado delante de mí;

En medio de él han caído. (Selah.)

7Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto:

Cantaré, y trovaré salmos.

8Despierta, oh gloria mía; despierta, salterio y arpa:

Levantaréme de mañana.

9Alabarte he en los pueblos, oh Señor;

Cantaré de ti en las naciones.

10Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,

Y hasta las nubes tu verdad.

11Ensálzate sobre los cielos, oh Dios;

Sobre toda la tierra tu gloria.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 56

Salmo 56

Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Michtam de David, cuando los Filisteos le prendieron en Gath.]


1TEN misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre:

Me oprime combatiéndome cada día.

2Apúranme mis enemigos cada día;

Porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.

3En el día que temo,

Yo en ti confío.

4En Dios alabaré su palabra:

En Dios he confiado, no temeré

Lo que la carne me hiciere.

5Todos los días me contristan mis negocios;

Contra mí son todos sus pensamientos para mal.

6Reúnense, escóndense,

Miran ellos atentamente mis pasos,

Esperando mi vida.

7¿Escaparán ellos por la iniquidad?

Oh Dios, derriba en tu furor los pueblos.

8Mis huídas has tú contado:

Pon mis lágrimas en tu redoma:

¿No están ellas en tu libro?

9Serán luego vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare:

En esto conozco que Dios es por mí.

10En Dios alabaré su palabra;

En Jehová alabaré su palabra.

11En Dios he confiado: no temeré

Lo que me hará el hombre.

12Sobre mí, oh Dios, están tus votos:

Te tributaré alabanzas.

13Porque has librado mi vida de la muerte,

Y mis pies de caída,

Para que ande delante de Dios

En la luz de los que viven.

martes, 21 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 55

Salmo 55

Al Músico principal: en Neginoth: Masquil de David.


1ESCUCHA, oh Dios, mi oración,

Y no te escondas de mi súplica.

2Estáme atento, y respóndeme:

Clamo en mi oración, y levanto el grito,

3A causa de la voz del enemigo,

Por la opresión del impío;

Porque echaron sobre mí iniquidad,

Y con furor me han amenazado.

4Mi corazón está doloroso dentro de mí,

Y terrores de muerte sobre mí han caído.

5Temor y temblor vinieron sobre mí,

Y terror me ha cubierto.

6Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma!

Volaría yo, y descansaría.

7Ciertamente huiría lejos:

Moraría en el desierto. (Selah.)

8Apresuraríame á escapar

Del viento tempestuoso, de la tempestad.

9Deshace, oh Señor, divide la lengua de ellos;

Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.

10Día y noche la rodean sobre sus muros;

E iniquidad y trabajo hay en medio de ella.

11Agravios hay en medio de ella,

Y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas.

12Porque no me afrentó un enemigo,

Lo cual habría soportado;

Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,

Porque me hubiera ocultado de él:

13Mas tú, hombre, al parecer íntimo mío,

Mi guía, y mi familiar: 14Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,

A la casa de Dios andábamos en compañía.

15Condenados sean á muerte,

Desciendan vivos al infierno:

Porque maldades hay en su compañía, entre ellos.

16Yo á Dios clamaré;

Y Jehová me salvará.

17Tarde y mañana y á medio día oraré y clamaré;

Y él oirá mi voz.

18El ha redimido en paz mi alma de la guerra contra mí;

Pues fueron contra mí muchos.

19Dios oirá, y los quebrantará luego,

El que desde la antigüedad permanece (Selah);

Por cuanto no se mudan, Ni temen á Dios.

20Extendió sus manos contra sus pacíficos:

Viólo su pacto.

21Ablandan más que manteca su boca,

Pero guerra hay en su corazón:

Suavizan sus palabras más que el aceite,

Mas ellas son cuchillos.

22Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;

No dejará para siempre caído al justo.

23Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de la sepultura:

Los hombres sanguinarios y engañadores no demediarán sus días:

Empero yo confiaré en ti.

domingo, 19 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 54

Salmo 54

Al Músico principal: en Neginoth: Masquil de David, cuando vinieron los Zipheos y dijeron á Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierrra?


1OH Dios, sálvame por tu nombre,

Y con tu poder defiéndeme.

2Oh Dios, oye mi oración;

Escucha las razones de mi boca.

3Porque extraños se han levantado contra mí,

Y fuertes buscan mi alma:

No han puesto á Dios delante de sí. (Selah.)

4He aquí, Dios es el que me ayuda;

El Señor es con los que sostienen mi vida.

5El volverá el mal á mis enemigos:

Córtalos por tu verdad.

6Voluntariamente sacrificaré á ti;

Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.

7Porque me ha librado de toda angustia,

Y en mis enemigos vieron mis ojos mi deseo.

sábado, 18 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 53

Salmo 53

Al Músico principal: sobre Mahalath: Masquil de David.


1DIJO el necio en su corazón:

No hay Dios.

Corrompiéronse é hicieron abominable maldad:

No hay quien haga bien.

2Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres,

Por ver si hay algún entendido

Que busque á Dios.

3Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido:

No hay quien haga bien, no hay ni aun uno.

4¿No tienen conocimiento todos esos que obran iniquidad?

Que comen á mi pueblo como si comiesen pan:

A Dios no han invocado.

5Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo:

Porque Dios ha esparcido los huesos del que asentó campo contra ti:

Los avergonzaste, porque Dios los desechó.

6¡Oh quién diese de Sión saludes á Israel!

En volviendo Dios la cautividad de su pueblo,

Gozarse ha Jacob, y alegraráse Israel.

viernes, 17 de diciembre de 2010

El libro de los salmos, salmo 52

Salmo 52

Al Músico principal: Masquil de David, cuando vino Doeg Idumeo y dió cuenta á Saúl, diciéndole: David ha venido á casa de Ahimelech.


1¿POR qué te glorías de maldad, oh poderoso?

La misericordia de Dios es continua.

2Agravios maquina tu lengua:

Como navaja amolada hace engaño.

3Amaste el mal más que el bien;

La mentira más que hablar justicia. (Selah.)

4Has amado toda suerte de palabras perniciosas,

Engañosa lengua.

5Por tanto Dios te derribará para siempre:

Te asolará y te arrancará de tu morada,

Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah.)

6Y verán los justos, y temerán;

Y reiránse de él, diciendo:

7He aquí el hombre que no puso á Dios por su fortaleza,

Sino que confió en la multitud de sus riquezas.

Y se mantuvo en su maldad.

8Mas yo estoy como oliva verde en la casa de Dios:

En la misericordia de Dios confío perpetua y eternalmente.

9Te alabaré para siempre por lo que has hecho:

Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.

jueves, 16 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 51

Salmo 51

Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró á Bath-sebah, vino á él Nathán el profeta.


1TEN piedad de mí, oh Dios, conforme á tu misericordia:

Conforme á la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

2Lávame más y más de mi maldad,

Y límpiame de mi pecado.

3Porque yo reconozco mis rebeliones;

Y mi pecado está siempre delante de mí.

4A ti, á ti solo he pecado,

Y he hecho lo malo delante de tus ojos:

Porque seas reconocido justo en tu palabra,

Y tenido por puro en tu juicio.

5He aquí, en maldad he sido formado,

Y en pecado me concibió mi madre.

6He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo:

Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

7Purifícame con hisopo, y será limpio:

Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.

8Hazme oir gozo y alegría;

Y se recrearán los huesos que has abatido.

9Esconde tu rostro de mis pecados,

Y borra todas mis maldades.

10Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio;

Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

11No me eches de delante de ti;

Y no quites de mí tu santo espíritu.

12Vuélveme el gozo de tu salud;

Y el espíritu libre me sustente.

13Enseñaré á los prevaricadores tus caminos;

Y los pecadores se convertirán á ti.

14Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud:

Cantará mi lengua tu justicia.

15Señor, abre mis labios;

Y publicará mi boca tu alabanza.

16Porque no quieres tú sacrificio, que yo daría;

No quieres holocausto.

17Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado:

Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

18Haz bien con tu benevolencia á Sión:

Edifica los muros de Jerusalem.

19Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto ú ofrenda del todo quemada:

Entonces ofrecerán sobre tu altar becerros.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS , SALMO NUMERO 50

Salmo 50

Salmo de Asaph.


1EL Dios de dioses, Jehová, ha hablado,

Y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

2De Sión, perfección de hermosura,

Ha Dios resplandecido.

3Vendrá nuestro Dios, y no callará:

Fuego consumirá delante de él,

Y en derredor suyo habrá tempestad grande.

4Convocará á los cielos de arriba,

Y á la tierra, para juzgar á su pueblo.

5Juntadme mis santos;

Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.

6Y denunciarán los cielos su justicia;

Porque Dios es el juez. (Selah.)

7Oye, pueblo mío, y hablaré:

Escucha, Israel, y testificaré contra ti:

Yo soy Dios, el Dios tuyo.

8No te reprenderé sobre tus sacrificios,

Ni por tus holocaustos, que delante de mí están siempre.

9No tomaré de tu casa becerros,

Ni machos cabríos de tus apriscos.

10Porque mía es toda bestia del bosque,

Y los millares de animales en los collados.

11Conozco todas las aves de los montes,

Y en mi poder están las fieras del campo.

12Si yo tuviese hambre, no te lo diría á ti:

Porque mío es el mundo y su plenitud.

13¿Tengo de comer yo carne de toros,

O de beber sangre de machos cabríos?

14Sacrifica á Dios alabanza,

Y paga tus votos al Altísimo.

15E invócame en el día de la angustia:

Te libraré, y tú me honrarás.

16Pero al malo dijo Dios:

¿Qué tienes tú que enarrar mis leyes,

Y que tomar mi pacto en tu boca,

17Pues que tú aborreces el castigo,

Y echas á tu espalda mis palabras?

18Si veías al ladrón, tú corrías con él;

Y con los adúlteros era tu parte.

19Tu boca metías en mal,

Y tu lengua componía engaño.

20Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano:

Contra el hijo de tu madre ponías infamia.

21Estas cosas hiciste, y yo he callado:

Pensabas que de cierto sería yo como tú:

Yo te argüiré, y pondrélas delante de tus ojos.

22Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios;

No sea que arrebate, sin que nadie libre.

23El que sacrifica alabanza me honrará:

Y al que ordenare su camino,

Le mostraré la salud de Dios.

martes, 14 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 49

Salmo 49

Al Músico principal: Salmo para los hijos de Coré.


1OID esto, pueblos todos;

Escuchad, habitadores todos del mundo:

2Así los plebeyos como los nobles,

El rico y el pobre juntamente.

3Mi boca hablará sabiduría;

Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.

4Acomodaré á ejemplos mi oído:

Declararé con el arpa mi enigma.

5¿Por qué he de temer en los días de adversidad,

Cuando la iniquidad de mis insidiadores me cercare?

6Los que confían en sus haciendas,

Y en la muchedumbre de sus riquezas se jactan,

7Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano,

Ni dar á Dios su rescate.

8(Porque la redención de su vida es de gran precio,

Y no se hará jamás;)

9Que viva adelante para siempre,

Y nunca vea la sepultura.

10Pues se ve que mueren los sabios,

Así como el insensato y el necio perecen,

Y dejan á otros sus riquezas.

11En su interior tienen que sus casas serán eternas,

Y sus habitaciones para generación y generación:

Llamaron sus tierras de sus nombres.

12Mas el hombre no permanecerá en honra:

Es semejante á las bestias que perecen.

13Este su camino es su locura:

Con todo, corren sus descendientes por el dicho de ellos. (Selah.)

14Como rebaños serán puestos en la sepultura;

La muerte se cebará en ellos;

Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana:

Y se consumirá su bien parecer en el sepulcro de su morada.

15Empero Dios redimirá mi vida del poder de la sepultura,

Cuando me tomará. (Selah.)

16No temas cuando se enriquece alguno,

Cuando aumenta la gloria de su casa;

17Porque en muriendo no llevará nada,

Ni descenderá tras él su gloria.

18Si bien mientras viviere, dirá dichosa á su alma:

Y tú serás loado cuando bien te tratares.

19Entrará á la generación de sus padres:

No verán luz para siempre.

20El hombre en honra que no entiende,

Semejante es á las bestias que perecen.

lunes, 13 de diciembre de 2010

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 48

Salmo 47

Al Músico principal: de los hijos de Coré: Salmo.


1PUEBLOS todos, batid las manos;

Aclamad á Dios con voz de júbilo.

2Porque Jehová el Altísimo es terrible;

Rey grande sobre toda la tierra.

3El sujetará á los pueblos debajo de nosotros,

Y á las gentes debajo de nuestros pies.

4El nos elegirá nuestras heredades;

La hermosura de Jacob, al cual amó. (Selah.)

5Subió Dios con júbilo,

Jehová con sonido de trompeta.

6Cantad á Dios, cantad:

Cantad á nuestro Rey, cantad.

7Porque Dios es el Rey de toda la tierra:

Cantad con inteligencia.

8Reinó Dios sobre las gentes:

Asentóse Dios sobre su santo trono.

9Los príncipes de los pueblos se juntaron

Al pueblo del Dios de Abraham:

Porque de Dios son los escudos de la tierra;

El es muy ensalzado.

domingo, 12 de diciembre de 2010

SALMO 46

Salmo 46

Al Músico principal: de los hijos de Coré: Salmo sobre Alamoth.


1DIOS es nuestro amparo y fortaleza,

Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

2Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida;

Aunque se traspasen los montes al corazón de la mar.

3Bramarán, turbaránse sus aguas;

Temblarán los montes á causa de su braveza. (Selah.)

4Del río sus conductos alegrarán la ciudad de Dios,

El santuario de las tiendas del Altísimo.

5Dios está en medio de ella; no será conmovida:

Dios la ayudará al clarear la mañana.

6Bramaron las gentes, titubearon los reinos;

Dió él su voz, derritióse la tierra.

7Jehová de los ejércitos es con nosotros;

Nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.)

8Venid, ved las obras de Jehová,

Que ha puesto asolamientos en la tierra.

9Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra:

Que quiebra el arco, corta la lanza,

Y quema los carros en el fuego. 10Estad quietos, y conoced que yo soy Dios:

Ensalzado he de ser entre las gentes, ensalzado seré en la tierra.

11Jehová de los ejércitos es con nosotros;

Nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.)

sábado, 11 de diciembre de 2010

Salmo 45

Salmo 45

Al Músico principal: sobre Sosannim: para los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores.


1REBOSA mi corazón palabra buena:

Refiero yo al Rey mis obras:

Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

2Haste hermoseado más que los hijos de los hombres;

La gracia se derramó en tus labios:

Por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

3Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente,

Con tu gloria y con tu majestad.

4Y en tu gloria sé prosperado:

Cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad, y de justicia;

Y tu diestra te enseñará cosas terribles.

5Tus saetas agudas

Con que caerán pueblos debajo de ti,

Penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey.

6Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre:

Vara de justicia la vara de tu reino.

7Amaste la justicia y aborreciste la maldad:

Por tanto te ungió Dios, el Dios tuyo,

Con óleo de gozo sobre tus compañeros.

8Mirra, áloe, y casia exhalan todos tus vestidos:

En estancias de marfil te han recreado.

9Hijas de reyes entre tus ilustres:

Está la reina á tu diestra con oro de Ophir.

10Oye, hija, y mira, é inclina tu oído;

Y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

11Y deseará el rey tu hermosura:

E inclínate á él, porque él es tu Señor.

12Y las hijas de Tiro vendrán con presente;

Implorarán tu favor los ricos del pueblo.

13Toda ilustre es de dentro la hija del rey:

De brocado de oro es su vestido.

14Con vestidos bordados será llevada al rey;

Vírgenes en pos de ella:

Sus compañeras serán traídas á ti.

15Serán traídas con alegría y gozo:

Entrarán en el palacio del rey.

16En lugar de tus padres serán tus hijos,

A quienes harás príncipes en toda la tierra.

17Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones:

Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Salmo 44

Salmo 44

Al Músico principal: de los hijos de Coré: Masquil.


1OH Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado,

La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.

2Tú con tu mano echaste las gentes, y los plantaste á ellos;

Afligiste los pueblos, y los arrojaste.

3Porque no se apoderaron de la tierra por su espada,

Ni su brazo los libró;

Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro,

Porque te complaciste en ellos.

4Tú, oh Dios, eres mi rey:

Manda saludes á Jacob.

5Por medio de ti sacudiremos á nuestros enemigos:

En tu nombre atropellaremos á nuestros adversarios.

6Porque no confiaré en mi arco,

Ni mi espada me salvará.

7Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos,

Y has avergonzado á los que nos aborrecían.

8En Dios nos gloriaremos todo tiempo,

Y para siempre loaremos tu nombre. (Selah.)

9Empero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar;

Y no sales en nuestros ejércitos.

10Nos hiciste retroceder del enemigo,

Y saqueáron nos para sí los que nos aborrecían.

11Pusístenos como á ovejas para comida,

Y esparcístenos entre las gentes.

12Has vendido tu pueblo de balde,

Y no pujaste en sus precios.

13Pusístenos por vergüenza á nuestros vecinos,

Por escarnio y por burla á los que nos rodean.

14Pusístenos por proverbio entre las gentes,

Por movimiento de cabeza en los pueblos.

15Cada día mi vergüenza está delante de mí,

Y cúbreme la confusión de mi rostro,

16Por la voz del que me vitupera y deshonra,

Por razón del enemigo y del que se venga.

17Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti;

Y no hemos faltado á tu pacto.

18No se ha vuelto atrás nuestro corazón,

Ni tampoco se han apartado nuestros pasos de tus caminos.

19Cuando nos quebrantaste en el lugar de los dragones,

Y nos cubriste con sombra de muerte,

20Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios,

O alzado nuestras manos á dios ajeno,

21¿No demandaría Dios esto?

Porque él conoce los secretos del corazón.

22Empero por tu causa nos matan cada día;

Somos tenidos como ovejas para el matadero.

23Despierta; ¿por qué duermes, Señor?

Despierta, no te alejes para siempre.

24¿Por qué escondes tu rostro,

Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?

25Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo:

Nuestro vientre está pegado con la tierra.

26Levántate para ayudarnos,

Y redímenos por tu misericordia.

jueves, 9 de diciembre de 2010

SALMO 43

Salmo 43


1JÚZGAME, oh Dios, y aboga mi causa:

Líbrame de gente impía, del hombre de engaño é iniquidad.

2Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?

¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

3Envía tu luz y tu verdad: éstas me guiarán,

Me conducirán al monte de tu santidad,

Y á tus tabernáculos.

4Y entraré al altar de Dios,

Al Dios alegría de mi gozo;

Y alabaréte con arpa, oh Dios, Dios mío.

5¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y por qué te conturbes en mí?

Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar;

Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

SALMO 42

Salmo 42

Al Músico principal: Masquil á los hijos de Coré.


1COMO el ciervo brama por las corrientes de las aguas,

Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

2Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo:

¡Cuándo vendré, y pareceré delante de Dios!

3Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,

Mientras me dicen todos los días:

¿Dónde está tu Dios?

4Acordaréme de estas cosas, y derramaré sobre mí mi alma:

Cuando pasaré en el número, iré con ellos hasta la casa de Dios,

Con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud.

5¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y te conturbas en mí?

Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar

Por las saludes de su presencia.

6Dios mío, mi alma está en mí abatida:

Acordaréme por tanto de ti desde tierra del Jordán,

Y de los Hermonitas, desde el monte de Mizhar.

7Un abismo llama á otro á la voz de tus canales:

Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

8De día mandará Jehová su misericordia,

Y de noche su canción será conmigo,

Y oración al Dios de mi vida.

9Diré á Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?

¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

10Mientras se están quebrantando mis huesos, mis enemigos me afrentan,

Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

11¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y por qué te conturbas en mí?

Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar;

Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.

martes, 7 de diciembre de 2010

SALMO 41

Salmo 41

Al Músico principal: Salmo de David.


1BIENAVENTURADO el que piensa en el pobre:

En el día malo lo librará Jehová.

2Jehová lo guardé, y le dé vida: sea bienaventurado en la tierra,

Y no lo entregues á la voluntad de sus enemigos.

3Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor:

Mullirás toda su cama en su enfermedad.

4Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí;

Sana mi alma, porque contra ti he pecado.

5Mis enemigos dicen mal de mí preguntando:

¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?

6Y si venía á ver me, hablaba mentira:

Su corazón se amontonaba iniquidad;

Y salido fuera, hablábala.

7Reunidos murmuraban contra mí todos los que me aborrecían:

Contra mí pensaban mal, diciendo de mí:

8Cosa pestilencial de él se ha apoderado;

Y el que cayó en cama, no volverá á levantarse.

9Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía,

Alzó contra mí el calcañar.

10Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar,

Y daréles el pago.

11En esto habré conocido que te he agradado,

Que mi enemigo no se holgará de mí.

12En cuanto á mí, en mi integridad me has sustentado,

Y me has hecho estar delante de ti para siempre.

13Bendito sea Jehová, el Dios de Israel,

Por siglos de siglos.

Amén y Amén.

lunes, 6 de diciembre de 2010

SALMO 40

Salmo 40

Al Músico principal: Salmo de David.


1RESIGNADAMENTE esperé á Jehová,

E inclinóse á mí, y oyó mi clamor.

2E hízome sacar de un lago de miseria, del lodo cenagoso;

Y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

3Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza á nuestro Dios.

Verán esto muchos, y temerán,

Y esperarán en Jehová.

4Bienaventurado el hombre que puso á Jehová por su confianza,

Y no mira á los soberbios, ni á los que declinan á la mentira.

5Aumentado has tú, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;

Y tus pensamientos para con nosotros,

No te los podremos contar:

Si yo anunciare y hablare de ellos,

No pueden ser enarrados.

6Sacrificio y presente no te agrada;

Has abierto mis oídos;

Holocausto y expiación no has demandado.

7Entonces dije: He aquí, vengo;

En el envoltorio del libro está escrito de mí:

8El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado;

Y tu ley está en medio de mis entrañas.

9Anunciado he justicia en grande congregación:

He aquí no detuve mis labios, Jehová, tú lo sabes.

10No encubrí tu justicia dentro de mi corazón:

Tu verdad y tu salvación he dicho:

No oculté tu misericordia y tu verdad en grande concurso.

11Tú, Jehová, no apartes de mí tus misericordias:

Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.

12Porque me han cercado males hasta no haber cuento:

Hanme comprendido mis maldades, y no puedo levantar la vista:

Hanse aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falta.

13Quieras, oh Jehová, librarme;

Jehová, apresúrate á socorrerme.

14Sean avergonzados y confusos á una

Los que buscan mi vida para cortarla:

Vuelvan atrás y avergüéncense

Los que mi mal desean.

15Sean asolados en pago de su afrenta

Los que me dicen: ¡Ea, ea!

16Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan;

Y digan siempre los que aman tu salud:

Jehová sea ensalzado.

17Aunque afligido yo y necesitado,

Jehová pensará de mí:

Mi ayuda y mi libertador eres tú;

Dios mío, no te tardes.

domingo, 5 de diciembre de 2010

SALMO 39

Salmo 39

Al Músico principal, á Jeduthún: Salmo de David.


1YO DIJE: Atenderé á mis caminos,

Para no pecar con mi lengua:

Guardaré mi boca con freno,

En tanto que el impío fuere contra mí.

2Enmudecí con silencio, calléme aun respecto de lo bueno:

Y excitóse mi dolor.

3Enardecióse mi corazón dentro de mí;

Encendióse fuego en mi meditación,

Y así proferí con mi lengua:

4Hazme saber, Jehová, mi fin,

Y cuánta sea la medida de mis días;

Sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.

5He aquí diste á mis días término corto,

Y mi edad es como nada delante de ti:

Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)

6Ciertamente en tinieblas anda el hombre;

Ciertamente en vano se inquieta:

Junta, y no sabe quién lo allegará.

7Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?

Mi esperanza en ti está.

8Líbrame de todas mis rebeliones;

No me pongas por escarnio del insensato.

9Enmudecí, no abrí mi boca;

Porque tú lo hiciste.

10Quita de sobre mí tu plaga;

De la guerra de tu mano soy consumido.

11Con castigos sobre el pecado corriges al hombre,

Y haces consumirse como de polilla su grandeza:

Ciertamente vanidad es todo hombre. (Selah.)

12Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor:

No calles á mis lágrimas;

Porque peregrino soy para contigo,

Y advenedizo, como todos mis padres. 13Déjame, y tomaré fuerzas,

Antes que vaya y perezca.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Salmo 38

Salmo 38

Salmo de David, para recordar.


1JEHOVÁ, no me reprendas en tu furor,

Ni me castigues en tu ira.

2Porque tus saetas descendieron á mí,

Y sobre mí ha caído tu mano.

3No hay sanidad en mi carne á causa de tu ira;

Ni hay paz en mis huesos á causa de mi pecado.

4Porque mis iniquidades han pasado mi cabeza:

Como carga pesada se han agravado sobre mí.

5Pudriéronse, corrompiéronse mis llagas,

A causa de mi locura.

6Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera,

Ando enlutado todo el día.

7Porque mis lomos están llenos de irritación,

Y no hay sanidad en mi carne.

8Estoy debilitado y molido en gran manera;

Bramo á causa de la conmoción de mi corazón. 9Señor, delante de ti están todos mis deseos;

Y mi suspiro no te es oculto.

10Mi corazón está acongojado, hame dejado mi vigor;

Y aun la misma luz de mis ojos no está conmigo.

11Mis amigos y mis compañeros se quitaron de delante de mi plaga;

Y mis cercanos se pusieron lejos.

12Y los que buscaban mi alma armaron lazos;

Y los que procuraban mi mal hablaban iniquidades,

Y meditaban fraudes todo el día.

13Mas yo, como si fuera sordo no oía;

Y estaba como un mudo, que no abre su boca.

14Fuí pues como un hombre que no oye,

Y que en su boca no tiene reprensiones.

15Porque á ti, oh Jehová, esperé yo:

Tú responderás, Jehová Dios mío.

16Porque dije: Que no se alegren de mí:

Cuando mi pie resbalaba, sobre mí se engrandecían.

17Empero yo estoy á pique de claudicar,

Y mi dolor está delante de mí continuamente.

18Por tanto denunciaré mi maldad;

Congojaréme por mi pecado.

19Porque mis enemigos están vivos y fuertes:

Y hanse aumentado los que me aborrecen sin causa:

20Y pagando mal por bien

Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.

21No me desampares, oh Jehová:

Dios mío, no te alejes de mí.

22Apresúrate á ayudarme,

Oh Señor, mi salud.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Salmo 37 Salmo de David.

Salmo 37

Salmo de David.


1NO te impacientes á causa de los malignos,

Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

2Porque como hierba serán presto cortados,

Y decaerán como verdor de renuevo.

3Espera en Jehová, y haz bien;

Vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.

4Pon asimismo tu delicia en Jehová,

Y él te dará las peticiones de tu corazón.

5Encomienda á Jehová tu camino,

Y espera en él; y él hará. 6Y exhibirá tu justicia como la luz,

Y tus derechos como el medio día.

7Calla á Jehová, y espera en él:

No te alteres con motivo del que prospera en su camino,

Por el hombre que hace maldades.

8Déjate de la ira, y depón el enojo:

No te excites en manera alguna á hacer lo malo.

9Porque los malignos serán talados,

Mas los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.

10Pues de aquí á poco no será el malo:

Y contemplarás sobre su lugar, y no parecerá.

11Pero los mansos heredarán la tierra,

Y se recrearán con abundancia de paz.

12Maquina el impío contra el justo,

Y cruje sobre él sus dientes.

13El Señor se reirá de él;

Porque ve que viene su día.

14Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco,

Para derribar al pobre y al menesteroso,

Para matar á los de recto proceder.

15La espada de ellos entrará en su mismo corazón,

Y su arco será quebrado.

16Mejor es lo poco del justo,

Que las riquezas de muchos pecadores.

17Porque los brazos de los impíos serán quebrados:

Mas el que sostiene á los justos es Jehová.

18Conoce Jehová los días de los perfectos:

Y la heredad de ellos será para siempre.

19No serán avergonzados en el mal tiempo;

Y en los días de hambre serán hartos.

20Mas los impíos perecerán,

Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros

Serán consumidos: se disiparán como humo.

21El impío toma prestado, y no paga;

Mas el justo tiene misericordia, y da.

22Porque los benditos de él heredarán la tierra;

Y los malditos de él serán talados.

23Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,

Y aprueba su camino.

24Cuando cayere, no quedará postrado;

Porque Jehová sostiene su mano.

25Mozo fuí, y he envejecido,

Y no he visto justo desamparado,

Ni su simiente que mendigue pan.

26En todo tiempo tiene misericordia, y presta;

Y su simiente es para bendición.

27Apártate del mal, y haz el bien,

Y vivirás para siempre.

28Porque Jehová ama la rectitud,

Y no desampara sus santos:

Para siempre serán guardados;

Mas la simiente de los impíos será extirpada.

29Los justos heredarán la tierra,

Y vivirán para siempre sobre ella.

30La boca del justo hablara sabiduría;

Y su lengua proferirá juicio.

31La ley de su Dios está en su corazón;

Por tanto sus pasos no vacilarán.

32Acecha el impío al justo,

Y procura matarlo.

33Jehová no lo dejará en sus manos,

Ni lo condenará cuando le juzgaren.

34Espera en Jehová, y guarda su camino,

Y él te ensalzará para heredar la tierra:

Cuando serán talados los pecadores, lo verás.

35Vi yo al impío sumamente ensalzado,

Y que se extendía como un laurel verde.

36Empero pasóse, y he aquí no parece;

Y busquélo, y no fué hallado.

37Considera al íntegro, y mira al justo:

Que la postrimería de cada uno de ellos es paz.

38Mas los transgresores fueron todos á una destruídos:

La postrimería de los impíos fué talada.

39Pero la salvación de los justos es de Jehová,

Y él es su fortaleza en el tiempo de angustia.

40Y Jehová los ayudará,

Y los librará: y libertarálos de los impíos, y los salvará,

Por cuanto en él esperaron.

martes, 30 de noviembre de 2010

Salmo 36

Salmo 36

Al Músico principal: Salmo de David, siervo del Señor.


1LA iniquidad del impío me dice al corazón:

No hay temor de Dios delante de sus ojos.

2Lisonjéase, por tanto, en sus propios ojos,

Hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.

3Las palabras de su boca son iniquidad y fraude;

No quiso entender para bien hacer.

4Iniquidad piensa sobre su cama;

Está en camino no bueno,

El mal no aborrece.

5Jehová, hasta los cielos es tu misericordia;

Tu verdad hasta las nubes.

6Tu justicia como los montes de Dios,

Tus juicios abismo grande:

Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.

7¡Cuán ilustre, oh Dios, es tu misericordia!

Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.

8Embriagarse han de la grosura de tu casa;

Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.

9Porque contigo está el manantial de la vida:

En tu luz veremos la luz.

10Extiende tu misericordia á los que te conocen,

Y tu justicia á los rectos de corazón.

11No venga contra mí pie de soberbia;

Y mano de impíos no me mueva.

12Allí cayeron los obradores de iniquidad;

Fueron rempujados, y no pudieron levantarse.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Salmo 35

Salmo 35

Salmo de David.


1DISPUTA, oh Jehová, con los que contra mí contienden;

Pelea con los que me combaten.

2Echa mano al escudo y al pavés,

Y levántate en mi ayuda.

3Y saca la lanza, cierra contra mis perseguidores;

Di á mi alma: Yo soy tu salud.

4Avergüéncense y confúndanse los que buscan mi alma:

Vuelvan atrás, y sean avergonzados los que mi mal intentan.

5Sean como el tamo delante del viento;

Y el ángel de Jehová los acose.

6Sea su camino oscuridad y resbaladeros;

Y el ángel de Jehová los persiga.

7Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;

Sin causa hicieron hoyo para mi alma.

8Véngale el quebrantamiento que no sepa,

Y su red que escondió lo prenda:

Con quebrantamiento en ella caiga.

9Y gócese mi alma en Jehová;

Y alégrese en su salud.

10Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú,

Que libras al afligido del más fuerte que él,

Y al pobre y menesteroso del que le despoja?

11Levantáronse testigos falsos;

Demandáronme lo que no sabía;

12Volviéronme mal por bien,

Para abatir á mi alma.

13Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de saco;

Afligí con ayuno mi alma,

Y mi oración se revolvía en mi seno.

14Como por mi compañero, como por mi hermano andaba;

Como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.

15Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron;

Juntáronse contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía:

Despedazábanme, y no cesaban;

16Con los lisonjeros escarnecedores truhanes,

Crujiendo sobre mí sus dientes.

17Señor, ¿hasta cuándo verás esto?

Recobra mi alma de sus quebrantamientos, mi única de los leones.

18Te confesaré en grande congregación;

Te alabaré entre numeroso pueblo.

19No se alegren de mí mis enemigos injustos:

Ni los que me aborrecen sin causa hagan del ojo.

20Porque no hablan paz;

Y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.

21Y ensancharon sobre mí su boca; Dijeron:

¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!

22Tú lo has visto, oh Jehová; no calles:

Señor, de mí no te alejes.

23Muévete y despierta para mi juicio,

Para mi causa, Dios mío y Señor mío.

24Júzgame conforme á tu justicia, Jehová Dios mío;

Y no se alegren de mí.

25No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra!

No digan: ¡Hémoslo devorado!

26Avergüencense, y sean confundidos á una los que de mi mal se alegran:

Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.

27Canten y alégrense los que están á favor de mi justa causa,

Y digan siempre: Sea ensalzado Jehová,

Que ama la paz de su siervo.

28Y mi lengua hablará de tu justicia,

Y de tu loor todo el día.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Salmo 34

Salmo 34

Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelech, y él lo echó, y fuése.


1BENDECIRÉ á Jehová en todo tiempo;

Su alabanza será siempre en mi boca.

2En Jehová se gloriará mi alma:

Oiránlo los mansos, y se alegrarán.

3Engrandeced á Jehová conmigo,

Y ensalcemos su nombre á una.

4Busqué á Jehová, y él me oyó,

Y libróme de todos mis temores.

5A él miraron y fueron alumbrados:

Y sus rostros no se avergonzaron.

6Este pobre clamó, y oyóle Jehová,

Y librólo de todas sus angustias.

7El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen,

Y los defiende.

8Gustad, y ved que es bueno Jehová:

Dichoso el hombre que confiará en él.

9Temed á Jehová, vosotros sus santos;

Porque no hay falta para los que le temen.

10Los leoncillos necesitaron, y tuvieron hambre;

Pero los que buscan á Jehová, no tendrán falta de ningún bien.

11Venid, hijos, oidme;

El temor de Jehová os enseñaré.

12¿Quién es el hombre que desea vida,

Que codicia días para ver bien?

13Guarda tu lengua de mal,

Y tus labios de hablar engaño.

14Apártate del mal, y haz el bien;

Busca la paz, y síguela.

15Los ojos de Jehová están sobre los justos,

Y atentos sus oídos al clamor de ellos.

16La ira de Jehová contra los que mal hacen,

Para cortar de la tierra la memoria de ellos.

17Clamaron los justos, y Jehová oyó,

Y librólos de todas sus angustias.

18Cercano está Jehová á los quebrantados de corazón;

Y salvará á los contritos de espíritu.

19Muchos son los males del justo;

Mas de todos ellos lo librará Jehová.

20El guarda todos sus huesos;

Ni uno de ellos será quebrantado.

21Matará al malo la maldad;

Y los que aborrecen al justo serán asolados.

22Jehová redime el alma de sus siervos;

Y no serán asolados cuantos en él confían.

sábado, 27 de noviembre de 2010

SALMO 33

Salmo 33


1ALEGRAOS, justos, en Jehová:

A los rectos es hermosa la alabanza.

2Celebrad á Jehová con arpa:

Cantadle con salterio y decacordio.

3Cantadle canción nueva:

Hacedlo bien tañendo con júbilo.

4Porque recta es la palabra de Jehová,

Y toda su obra con verdad hecha.

5El ama justicia y juicio:

De la misericordia de Jehová está llena la tierra.

6Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,

Y todo el ejército de ellos por el espíritu de su boca.

7El junta como en un montón las aguas de la mar:

El pone en depósitos los abismos.

8Tema á Jehová toda la tierra:

Teman de él todos los habitadores del mundo.

9Porque él dijo, y fué hecho;

El mandó, y existió.

10Jehová hace nulo el consejo de las gentes,

Y frustra las maquinaciones de los pueblos.

11El consejo de Jehová permanecerá para siempre;

Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.

12Bienaventurada la gente de que Jehová es su Dios;

El pueblo á quien escogió por heredad para sí.

13Desde los cielos miró Jehová;

Vió á todos los hijos de los hombres:

14Desde la morada de su asiento miró

Sobre todos los moradores de la tierra.

15El formó el corazón de todos ellos;

El considera todas sus obras.

16El rey no es salvo con la multitud del ejército:

No escapa el valiente por la mucha fuerza.

17Vanidad es el caballo para salvarse:

Por la grandeza de su fuerza no librará.

18He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen,

Sobre los que esperan en su misericordia;

19Para librar sus almas de la muerte,

Y para darles vida en el hambre.

20Nuestra alma esperó á Jehová;

Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.

21Por tanto en él se alegrará nuestro corazón,

Porque en su santo nombre hemos confiado.

22Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,

Como esperamos en ti.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Salmo 32

Salmo 32

Salmo de David: Masquil.


1BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus pecados.

2Bienaventurado el hombre á quien no imputa Jehová la iniquidad,

Y en cuyo espíritu no hay superchería.

3Mientras callé, envejeciéronse mis huesos

En mi gemir todo el día.

4Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;

Volvióse mi verdor en sequedades de estío. (Selah.)

5Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.

Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones á Jehová;

Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. (Selah.)

6Por esto orará á ti todo santo en el tiempo de poder hallarte:

Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas á él.

7Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia;

Con cánticos de liberación me rodearás. (Selah.)

8Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar:

Sobre ti fijaré mis ojos.

9No seáis como el caballo, ó como el mulo, sin entendimiento:

Con cabestro y con freno su boca ha de ser reprimida,

Para que no lleguen á ti.

10Muchos dolores para el impío;

Mas el que espera en Jehová, lo cercará misericordia.

11Alegraos en Jehová, y gozaos, justos:

Y cantad todos vosotros los rectos de corazón.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

SALMOS CAPITULO 31

Salmos Capítulo 31

1 Al Vencedor: Salmo de David. En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre; líbrame en tu justicia.

2 Inclina a mí tu oído, líbrame presto; seme por roca de fortaleza, por casa fuerte para salvarme.

3 Porque tú eres mi roca y mi castillo; y por tu Nombre me guiarás, y me encaminarás.

4 Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.

5 En tu mano encomendaré mi espíritu; tú me redimirás, oh SEÑOR, Dios de verdad.

6 Aborrecí a los que esperan en vanidades ilusorias; mas yo en el SEÑOR he esperado.

7 Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias;

8 y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en anchura.

9 Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, que estoy en angustia; se han carcomido de pesar mis ojos, mi alma, y mis entrañas.

10 Porque se ha acabado mi vida con dolor, y mis años con suspiro; se ha enflaquecido mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

11 De todos mis enemigos he sido oprobio, y de mis vecinos en gran manera, y horror a mis conocidos; los que me ven fuera, huyen de mí.

12 He sido olvidado del todo como un muerto; he venido a ser como un vaso perdido.

13 Porque he oído afrenta de muchos, cerrado de temores; cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban para prenderme el alma.

14 Mas yo en ti confié, oh SEÑOR; yo dije: Dios mío eres tú.

15 En tu mano están mis tiempos; líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.

16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame por tu misericordia.

17 SEÑOR, no sea yo confundido, porque te he invocado; sean confusos los impíos, sean cortados para el infierno.

18 Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras, con soberbia y menosprecio.

19 ¡Cuán grande es tu bien, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!

20 Los esconderás en el escondedero de tu rostro de las arrogancias del hombre; los esconderás en el tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.

21 Bendito el SEÑOR, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte.

22 Y decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos; mas tú ciertamente oíste la voz de mis ruegos, cuando a ti clamaba.

23 Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.

24 Esforzaos y esfuércese vuestro corazón todos los que esperáis en el SEÑOR.

martes, 23 de noviembre de 2010

SALMO CAPITULO 30

Salmos Capítulo 30

1 Salmo de canción al estrenar la casa de David: Te ensalzaré, oh SEÑOR; porque me has ensalzado; y no hiciste alegrar mis enemigos de mí.

2 SEÑOR Dios mío, clamé a ti, y me sanaste.

3 Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.

4 Cantad al SEÑOR sus misericordiosos, y celebrad la memoria de su santidad.

5 Porque un momento hay en su furor; mas en su voluntad está la vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.

6 Y dije yo en mi prosperidad: No seré jamás conmovido;

7 porque tú, SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.

8 A ti, oh DIOS, llamaré; y al Señor suplicaré.

9 ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descendiere al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

10 Oye, oh SEÑOR, y ten misericordia de mí: SEÑOR, sé tú mi ayudador.

11 Has tornado mi endecha en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.

12 Por tanto a ti canté gloria, y no callé; SEÑOR Dios mío, te alabaré para siempre.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Salmo 29

Salmo 29

Salmo de David.


1DAD á Jehová, oh hijos de fuertes,

Dad á Jehová la gloria y la fortaleza.

2Dad á Jehová la gloria debida á su nombre:

Humillaos á Jehová en el glorioso santuario.

3Voz de Jehová sobre las aguas:

Hizo tronar el Dios de gloria:

Jehová sobre las muchas aguas.

4Voz de Jehová con potencia;

Voz de Jehová con gloria.

5Voz de Jehová que quebranta los cedros;

Y quebrantó Jehová los cedros del Líbano.

6E hízolos saltar como becerros;

Al Líbano y al Sirión como hijos de unicornios.

7Voz de Jehová que derrama llamas de fuego.

8Voz de Jehová que hará temblar el desierto;

Hará temblar Jehová el desierto de Cades.

9Voz de Jehová que hará estar de parto á las ciervas,

Y desnudará la breñas:

Y en su templo todos los suyos le dicen gloria.

10Jehová preside en el diluvio,

Y asentóse Jehová por rey para siempre.

11Jehová dará fortaleza á su pueblo:

Jehová bendecirá á su pueblo en paz.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Salmo 28

Salmo 28

Salmo de David.


1A TI clamaré, oh Jehová,

Fortaleza mía: no te desentiendas de mí;

Porque no sea yo, dejándome tú,

Semejante á los que descienden al sepulcro.

2Oye la voz de mis ruegos cuando clamo á ti,

Cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad.

3No me arrebates á una con los malos,

Y con los que hacen iniquidad:

Los cuales hablan paz con sus prójimos,

Y la maldad está en su corazón.

4Dales conforme á su obra, y conforme á la malicia de sus hechos:

Dales conforme á la obra de sus manos,

Dales su paga.

5Porque no atendieron á las obras de Jehová,

Ni al hecho de sus manos,

Derribarálos, y no los edificará.

6Bendito Jehová,

Que oyó la voz de mis ruegos.

7Jehová es mi fortaleza y mi escudo:

En él esperó mi corazón, y fuí ayudado;

Por lo que se gozó mi corazón,

Y con mi canción le alabaré.

8Jehová es su fuerza,

Y la fortaleza de las saludes de su ungido.

9Salva á tu pueblo, y bendice á tu heredad;

Y pastoréalos y ensálzalos para siempre.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Salmo 27

Salmo 27

Salmo de David.


1JEHOVÁ es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré?

Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?

2Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,

Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

3Aunque se asiente campo contra mí,

No temerá mi corazón:

Aunque contra mí se levante guerra,

Yo en esto confío.

4Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré:

Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,

Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

5Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;

Ocultaráme en lo reservado de su pabellón;

Pondráme en alto sobre una roca.

6Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor de mí:

Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo:

Cantaré y salmearé á Jehová.

7Oye, oh Jehová, mi voz con que á ti clamo;

Y ten misericordia de mí, respóndeme.

8Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.

Tu rostro buscaré, oh Jehová.

9No escondas tu rostro de mí,

No apartes con ira á tu siervo:

Mi ayuda has sido;

No me dejes y no me desampares,

Dios de mi salud.

10Aunque mi padre y mi madre me dejaran,

Jehová con todo me recogerá.

11Enséñame, oh Jehová, tu camino,

Y guíame por senda de rectitud,

A causa de mis enemigos.

12No me entregues á la voluntad de mis enemigos;

Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.

13Hubiera yo desmayado, si no creyese que tengo de ver la bondad de Jehová

En la tierra de los vivientes.

14Aguarda á Jehová;

Esfuérzate, y aliéntese tu corazón:

Sí, espera á Jehová.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 26

Salmos Capítulo 26

1 De David. Júzgame, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado; y en el SEÑOR he confiado; no vacilaré.

2 Pruébame, oh SEÑOR, y sondéame; funde mis riñones y mi corazón.

3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y en tu verdad ando.

4 No me he sentado con los varones de falsedad; ni entré con los que andan encubiertamente.

5 Aborrecí la congregación de los malignos, y con los impíos nunca me senté.

6 Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh SEÑOR:

7 Para exclamar con voz de acción de gracias, y para contar todas tus maravillas.

8 SEÑOR, la habitación de tu Casa he amado, y el lugar del tabernáculo de tu gloria.

9 No juntes con los pecadores mi alma, ni con los varones de sangre mi vida,

10 en cuyas manos está el mal, y su diestra está llena de sobornos.

11 Mas yo ando en mi integridad; redímeme, y ten misericordia de mí.

12 He caminado en rectitud; en las congregaciones bendeciré al SEÑOR.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 25

Salmos Capítulo 25

1 Salmo de David. Alef A ti, oh SEÑOR, levantaré mi alma.

2 Bet Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.

3 Guímel Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

4 Dálet Tus caminos, oh SEÑOR, me haces saber; tus sendas me enseñas.

5 He Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salud; a ti he esperado todo el día.

6 Vau Acuérdate, oh SEÑOR, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas.

7 Zain De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.

8 Chet Bueno y recto es el SEÑOR; por tanto él enseñará a los pecadores el camino.

9 Tet Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.

10 Yod Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.

11 Caf Por tu Nombre, oh SEÑOR, perdonarás también mi pecado; porque es grande.

12 Lámed ¿Quién es el varón que teme al SEÑOR? El le enseñará el camino que ha de escoger.

13 Mem Su alma reposará en el bien, y su simiente heredará la tierra.

14 Nun El secreto del SEÑOR es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto.

15 Sámec Mis ojos están siempre hacia el SEÑOR; porque él sacará mis pies de la red.

16 Ayin Mírame, y ten misericordia de mí; porque estoy solo y pobre.

17 Tsade Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.

18 Resh Mira mi aflicción y mi trabajo; y perdona todos mis pecados.

19 Resh Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio injusto me han aborrecido.

20 Sin Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.

21 Taf Integridad y rectitud me guardarán; porque a ti he esperado.

22 Pe Redime, oh Dios, a Israel de todas sus angustias.

martes, 16 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 24

Salmos Capítulo 24

1 Salmo de David. Del SEÑOR es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.

2 Porque él la fundó sobre los mares, y sobre los ríos la afirmó.

3 ¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién estará en el lugar de su santidad?

4 El limpio de manos, y limpio de corazón; el que no tomó en vano mi Nombre, ni juró con engaño.

5 El recibirá bendición del SEÑOR, y justicia del Dios de salud.

6 Esta es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah.)

7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.

8 ¿Quién es este Rey de gloria? El SEÑOR el fuerte y valiente, el SEÑOR el valiente en batalla.

9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.

10 ¿Quién es este Rey de gloria? El SEÑOR de los ejércitos, él es el Rey de la gloria. (Selah.)

lunes, 15 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 23

Salmos Capítulo 23

1 Salmo de David. El SEÑOR es mi pastor; no desfalleceré.

2 En lugares de delicados pastos me hará yacer; junto a aguas de reposo me pastoreará.

3 Convertirá mi alma; me guiará por sendas de justicia por su nombre.

4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno ; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me confortarán.

5 Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; ungiste mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la Casa del SEÑOR reposaré por largos días.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 22

Salmos Capítulo 22

1 Al Vencedor, sobre Ajelet-sahar el lucero de la mañana. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?

2 Dios mío, clamo de día, y no oyes; y de noche, y no puedo estar en silencio.

3 Tú empero eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

4 En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los salvaste.

5 Clamaron a ti, y fueron librados; esperaron en ti, y no se avergonzaron.

6 Mas yo soy gusano, y no varón; oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.

7 Todos los que me ven, escarnecen de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:

8 Remítese al SEÑOR, líbrelo; sálvele él, puesto que en él se complacía.

9 Pero tú eres el que me sacó del vientre, el que me haces esperar desde que estaba a los pechos de mi madre.

10 Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.

12 Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.

13 Abrieron sobre mí su boca, como león rampante y rugiente.

14 Heme escurrido como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, desliéndose en medio de mis entrañas.

15 Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.

16 Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.

17 Contar puedo todos mis huesos; ellos miran, me consideran.

18 Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

19 Mas tú, SEÑOR, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.

20 Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida.

21 Sálvame de la boca del león, y de los cuernos de los unicornios líbrame.

22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.

23 Los que teméis al SEÑOR, alabadle; toda la simiente de Jacob glorificadle; y temed de él, toda la simiente de Israel.

24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó.

25 De ti será mi alabanza en la grande congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen.

26 Comerán los pobres, y serán saciados; alabarán al SEÑOR los que le buscan; vivirá vuestro corazón para siempre.

27 Se acordarán, y se volverán al SEÑOR todos los términos de la tierra; y se humillarán delante de ti todas las familias de los gentiles.

28 Porque del SEÑOR es el reino; y él se enseñoreará de los gentiles.

29 Comerán y adorarán todos los gruesos de la tierra; delante de él se arrodillarán todos los que descienden al polvo, y sus almas no vivificaron.

30 La simiente le servirá; será contada al SEÑOR perpetuamente.

31 Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, su justicia que él hizo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 21

Salmos Capítulo 21

1 Al Vencedor: Salmo de David. SEÑOR, en tu fortaleza se alegrará el Rey y en tu salud se gozará mucho.

2 El deseo de su corazón le diste, y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. (Selah.)

3 Por tanto le adelantarás en bendiciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.

4 Vida te demandó, y le diste largura de días por siglos y siglos.

5 Grande es su gloria en tu salud; honra y hermosura has puesto sobre él.

6 Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro.

7 Por cuanto el Rey confía en el SEÑOR, y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.

8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.

9 Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira; el SEÑOR los deshará en su furor, y fuego los consumirá.

10 Su fruto aniquilarás de la tierra, y su simiente de entre los hijos de los hombres.

11 Porque tendieron mal contra ti; fraguaron maquinaciones, mas no prevalecieron.

12 Por tanto tú los pondrás aparte; con tu arco apuntarás a sus rostros.

13 Ensálzate, oh SEÑOR, con tu fortaleza; cantaremos y alabaremos tu valentía.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 20

Salmos Capítulo 20

1 Al Vencedor: Salmo de David. El SEÑOR te oiga en el día de la angustia; te ensalce el nombre del Dios de Jacob.

2 Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sustente.

3 Tenga memoria de todos tus presentes, y reduzca a ceniza tu holocausto. (Selah.)

4 Te dé conforme a tu corazón, y cumpla todo tu consejo.

5 Nosotros nos alegraremos con tu salud, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; cumpla el SEÑOR todas tus peticiones.

6 Ahora he conocido que el SEÑOR ha guardado a su ungido; lo oirá desde los cielos de su santidad con las valentías de la salud de su diestra.

7 Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre del SEÑOR nuestro Dios tendremos memoria.

8 Ellos se arrodillaron, y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.

9 El SEÑOR salva al Rey; que El nos oiga el día que lo invocáremos.

martes, 9 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 19

Salmos Capítulo 19

1 Al Vencedor: Salmo de David. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el extendimiento denuncia la obra de sus manos.

2 Un día emite palabra al otro día, y una noche a la otra noche declara sabiduría.

3 No hay dicho, ni palabras, ni es oída su voz.

4 En toda la tierra salió su hilo, y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.

5 Y él, como un novio que sale de su tálamo; se alegra, como un gigante, para correr el camino.

6 De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta la extremidad de ellos; y no hay quien se esconda de su calor.

7 La ley del SEÑOR es perfecta, que convierte el alma; el testimonio del SEÑOR es fiel, que hace sabio al pequeño.

8 Los mandamientos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el precepto del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.

9 El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los derechos del SEÑOR son verdad, todos justos.

10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que licor de panales.

11 Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.

12 Los errores, ¿quién los entenderá? De los encubiertos me libra.

13 Detén asimismo a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré perfecto, y estaré limpio de gran rebelión.

14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh SEÑOR, roca mía, y redentor mío

domingo, 7 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 18

Salmos Capítulo 18

1 Al Vencedor: Salmo del siervo del SEÑOR, de David, el cual habló al SEÑOR las palabras de este cántico el día que le libró el SEÑOR de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: Te amaré, oh SEÑOR, fortaleza mía.

2 SEÑOR, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.

3 Invocaré al SEÑOR, digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.

4 Me cercaron dolores de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.

5 Dolores del sepulcro me rodearon, me previnieron lazos de muerte.

6 En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

7 Y la tierra fue conmovida y tembló; y los fundamentos de los montes se estremecieron, y se removieron porque él se enojó.

8 Subió humo en su nariz, y de su boca fuego quemante; carbones se encendieron de él.

9 Y bajó a los cielos, y descendió; y había oscuridad debajo de sus pies.

10 Y cabalgó sobre un querubín, y voló; voló sobre las alas del viento.

11 Puso tinieblas por su escondedero, en sus alrededores de su tabernáculo oscuridad de aguas, nubes de los cielos.

12 Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; granizo y carbones de fuego.

13 Y tronó en los cielos el SEÑOR, y el Altísimo dio su voz; granizo y carbones de fuego.

14 Y envió sus saetas, y los desbarató; y echó relámpagos, y los destruyó.

15 Y aparecieron las honduras de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo por tu reprensión, oh SEÑOR, por el soplo del viento de tu nariz.

16 Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas.

17 Me libró de mi fuerte enemigo, y de los que me aborrecían, aunque ellos eran más fuertes que yo.

18 Me anticiparon en el día de mi quebrantamiento; mas el SEÑOR me fue por bordón.

19 Y me sacó a anchura. Me libró, porque se agradó de mí.

20 El SEÑOR me pagará conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me volverá.

21 Por cuanto guardé los caminos del SEÑOR, y no me volví impío apostatando de mi Dios.

22 Porque todos sus juicios estuvieron delante de mí, y no eché de mí sus estatutos.

23 Y fui perfecto para con él, y me he guardado de mi maldad.

24 Y me pagó el SEÑOR conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos.

25 Con el misericordioso serás misericordioso, y con el varón perfecto serás perfecto.

26 Con el limpio serás limpio, y con el perverso serás adversario.

27 Por tanto al pueblo humilde salvarás, y los ojos altivos humillarás.

28 Por tanto tú alumbrarás mi candela; el SEÑOR mi Dios alumbrará mis tinieblas.

29 Porque contigo deshice ejércitos; y en mi Dios asalté muros.

30 Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR afinada; escudo es a todos los que esperan en él.

31 Porque ¿qué Dios hay fuera del SEÑOR? ¿Y qué fuerte fuera de nuestro Dios?

32 Dios es el que me ciñe de fuerza, e hizo perfecto mi camino.

33 Quien pone mis pies como pies de ciervas, y me hizo estar sobre mis alturas.

34 Quien enseña mis manos para la batalla, y el arco de acero será quebrado con mis brazos.

35 Me diste asimismo el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará.

36 Ensancharás mis pasos debajo de mí, y no titubearán mis rodillas.

37 Perseguiré a mis enemigos, y los alcanzaré, y no volveré hasta acabarlos.

38 Los heriré, y no podrán levantarse; caerán debajo de mis pies.

39 Y me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.

40 Y me diste la cerviz de mis enemigos, y destruí a los que me aborrecían.

41 Clamaron, y no hubo quién se salvase; aun al SEÑOR, mas no los oyó.

42 Y los molí como polvo delante del viento; los esparcí como lodo de las calles.

43 Me libraste de contiendas de pueblo; me pusiste por cabecera de gentiles; pueblo que no conocí, me sirvió.

44 Al oír de mí, me obedeció; los hijos de extraños se sometieron a mí aun contra su voluntad ;

45 Los hombres extraños se cayeron, y tuvieron miedo desde sus encerramientos.

46 Viva el SEÑOR, y bendito sea mi fuerte; y sea ensalzado el Dios de mi salud.

47 El Dios que me da las venganzas, y sujetó pueblos debajo de mí.

48 Mi libertador de mis enemigos; también me hiciste superior a mis adversarios; de varón traidor me libraste.

49 Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, oh SEÑOR, y cantaré a tu nombre.

50 El cual engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 17

Salmos Capítulo 17

1 Oración de David. Oye, oh SEÑOR, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha sin labios de engaño.

2 De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud.

3 Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has refinado, y nada inicuo hallaste; lo que pensé, no pasó mi boca.

4 Para las obras humanas, por la palabra de tus labios yo observé los caminos del violento.

5 Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.

6 Yo te he invocado, por cuanto tú me oyes, oh Dios: Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.

7 Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.

8 Guárdame como lo negro de la niña del ojo, escóndeme con la sombra de tus alas.

9 De delante de los malos que me oprimieron, de mis enemigos que me cercan por la vida.

10 Cerrados están con su grosura; con su boca hablan soberbiamente.

11 Nuestros pasos nos han cercado ahora; puestos tienen sus ojos para echarnos por tierra.

12 Parecen al león que desea hacer presa, y al leoncillo que está escondido.

13 Levántate, oh SEÑOR; prevén su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;

14 de los hombres con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.

15 Yo en justicia veré tu rostro; seré saciado cuando despertaré a tu semejanza

viernes, 5 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 16

Salmos Capítulo 16

1 Mictam de David. Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.

2 Di al SEÑOR: Señor tú eres mi bien; no tengo otro bien fuera de ti.

3 A los santos que están en la tierra, y a los íntegros; toda mi afición en ellos.

4 Multiplicarán sus dolores los que se apresuraren tras otro dios ; no ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.

5 El SEÑOR es la porción de mi parte y de mi copa; tú sustentarás mi suerte.

6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, así mismo la heredad se hermoseó sobre mí.

7 Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun en las noches me enseña mis riñones.

8 Al SEÑOR he puesto siempre delante de mí; porque estando El a mi diestra, no seré conmovido.

9 Por tanto se alegró mi corazón, y se gozó mi gloria; también mi carne reposará segura.

10 Porque no dejarás mi alma en el sepulcro; ni darás tu Misericordioso para que vea corrupción.

11 Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 15

Salmos Capítulo 15

1 Salmo de David. El SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?

2 El que anda en integridad, y obra justicia, y habla verdad en su corazón.

3 El que no revolvió con su lengua, ni hizo mal a su prójimo, ni levantó vergüenza contra su prójimo.

4 Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen al SEÑOR; juró en daño suyo, y no mudó.

5 Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente tomó cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará para siempre.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 14

Salmos Capítulo 14

1 Al Vencedor: Salmo de David. Dijo el loco en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga bien.

2 El SEÑOR miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, por ver si había algún entendido, que buscara a Dios.

3 Todos declinaron, juntamente, se han corrompido; no hay quien haga bien, no hay ni siquiera uno.

4 Ciertamente conocieron todos los que obran iniquidad, que devoran a mi pueblo como si pan comiesen; al SEÑOR no invocaron.

5 Allí temblaron de espanto; porque Dios está con la nación de los justos.

6 El consejo del pobre habéis escarnecido, por cuanto el SEÑOR es su esperanza.

7 ¡Quién diese de Sion la salud de Israel tornando el SEÑOR la cautividad de su pueblo! Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

martes, 2 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 13

Salmos Capítulo 13

1 Al Vencedor: Salmo de David. ¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

2 ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?

3 Mira, óyeme, SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;

4 para que no diga mi enemigo: Lo vencí; mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare.

5 Mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salud.

6 Cantaré al SEÑOR, Porque me ha hecho bien.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Salmos Capítulo 12

Salmos Capítulo 12

1 Al Vencedor: sobre Seminit: Salmo de David. Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.

2 Mentira habla cada uno con su prójimo con labios lisonjeros; con corazón doble hablan.

3 Tale el SEÑOR todos los labios lisonjeros; la lengua que habla grandezas,

4 que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es señor?

5 Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice el SEÑOR: Yo pondré en salvo al que el impío enlaza.

6 Las palabras del SEÑOR son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada siete veces.

7 Tú, SEÑOR, los guardarás; guárdalos para siempre de esta generación.

8 Cercando andan los malos, entre tanto los más viles de los hijos de los hombres son exaltados.

domingo, 31 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 11

Salmos Capítulo 11

1 Al Vencedor: Salmo de David. En el SEÑOR he confiado. ¿Cómo decís a mi alma: Escapa al monte cual ave?

2 Porque he aquí, los malos entesaron el arco, apercibieron sus saetas sobre la cuerda para asaetear en oculto a los rectos de corazón.

3 Porque los fundamentos serán derribados. ¿El justo qué ha hecho?

4 El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.

5 El SEÑOR prueba al justo; pero al malo y al que ama la rapiña, su alma aborrece.

6 Sobre los malos lloverá lazos; fuego y azufre, con vientos de torbellinos, será la porción del cáliz de ellos.

7 Porque el justo SEÑOR amó las justicias, al recto mirará su rostro.

sábado, 30 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 11

Salmos Capítulo 11

1 Al Vencedor: Salmo de David. En el SEÑOR he confiado. ¿Cómo decís a mi alma: Escapa al monte cual ave?

2 Porque he aquí, los malos entesaron el arco, apercibieron sus saetas sobre la cuerda para asaetear en oculto a los rectos de corazón.

3 Porque los fundamentos serán derribados. ¿El justo qué ha hecho?

4 El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.

5 El SEÑOR prueba al justo; pero al malo y al que ama la rapiña, su alma aborrece.

6 Sobre los malos lloverá lazos; fuego y azufre, con vientos de torbellinos, será la porción del cáliz de ellos.

7 Porque el justo SEÑOR amó las justicias, al recto mirará su rostro.

viernes, 29 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 10

Salmos Capítulo 10

1 ¿Por qué estás lejos, oh SEÑOR, y te escondes en los tiempos de la angustia?

2 Con arrogancia el malo persigue al pobre; sean tomados en los pensamientos que pensaron.

3 Por cuanto se alabó el malo del deseo de su alma, y diciendo bien al robador, blasfema del SEÑOR.

4 El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios. No está Dios en todos sus pensamientos.

5 Sus caminos atormentan en todo tiempo; tus juicios son altura delante de él; echa bocanadas en orden a todos sus enemigos.

6 Dice en su corazón: No seré movido en ningún tiempo, porque no me alcanzará el mal.

7 Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua, molestia y maldad.

8 Está en las guaridas de las aldeas; en los escondrijos mata al inocente; sus ojos están acechando al pobre.

9 Acecha de encubierto, como el león desde su cama; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo en su red.

10 Se encoge, se agacha, y caen en sus fuerzas muchos desdichados.

11 Dice en su corazón: Dios está olvidado, ha encubierto su rostro; nunca lo vio.

12 Levántate, oh SEÑOR Dios, alza tu mano, no te olvides de los pobres.

13 ¿Por qué irrita el malo a Dios? En su corazón ha dicho que no lo inquirirás.

14 Tú has visto; porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia en tus manos; a ti se acoge el pobre, tú eres el amparo del huérfano.

15 Quebranta el brazo del inicuo; del malo buscarás su maldad, y no la hallarás.

16 El SEÑOR, Rey eterno y perpetuo; de su tierra fueron destruidos los gentiles.

17 El deseo de los humildes oíste, oh SEÑOR; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;

18 para juzgar al huérfano y al pobre; no volverá más a hacer violencia el hombre de la tierra.

jueves, 28 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 9

Salmos Capítulo 9

1 Al Vencedor: sobre Mut-labén: Salmo de David. Te alabaré, oh SEÑOR, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.

2 Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo;

3 por haber sido mis enemigos vueltos atrás; caerán y perecerán delante de ti.

4 Porque has hecho mi juicio y mi causa; te has sentado en silla juzgando justicia.

5 Reprendiste los gentiles, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos para siempre y eternalmente.

6 Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas.

7 Mas el SEÑOR permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.

8 Y él juzgará el mundo con justicia; juzgará los pueblos con rectitud.

9 Y será el SEÑOR refugio al pobre, refugio para el tiempo de angustia.

10 Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.

11 Cantad al SEÑOR, el que habita en Sion. Noticiad en los pueblos sus obras.

12 Porque demandando la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres.

13 Ten misericordia de mí, SEÑOR. Mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;

14 para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me goce en tu salud.

15 Se hundieron los gentiles en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue tomado su pie.

16 El SEÑOR fue conocido en el juicio que hizo; en la obra de sus manos fue enlazado el malo. (Meditación para siempre. Selah.)

17 Los malos volverán al sepulcro; todos los gentiles que se olvidan de Dios.

18 Porque no para siempre será olvidado el pobre; ni la esperanza de los pobres perecerá para siempre.

19 Levántate, oh SEÑOR; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas los gentiles delante de ti.

20 Pon, oh SEÑOR, temor en ellos: conozcan los gentiles que son hombres. (Selah.)