sábado, 4 de junio de 2011

SALMO HEBREO NUMERO 2 CON SU COMENTARIO

1 ¿Por qué se enfurecen los Goyim,
y las naciones imaginan cosas vanas?
2 Los reyes de la tierra se levantaron,
los soberanos se reúnen juntos,
contra YAHWEH y su Mashíaj[5].
3 Ellos gritan: "¡Rompamos sus grilletes!
¡Y echemos de nosotros su yugo!"
4 El que mora en el cielo se ríe con desprecio;
YAHWEH se burlará de ellos.
5 Después en su ira los reprende,
los aterroriza en su furia,
6 "Yo mismo he instalado a Mi Rey
en Tziyon, Mi Monte Kadosh."
7 "Declarando la ordenanza de YAHWEH:
YAHWEH me dijo: 'Tú eres mi Hijo;
hoy Yo te he engendrado.[7]
8 Pide de mí y te daré
los Goyim por herencia;
y será posesión tuya
todos los confines de la tierra.[8]
9 Tú los regirás con mano de hierro,
los harás añico como vasija de barro.'"
10 Ahora, por lo tanto, entiendan ustedes, reyes;
están instruidos, todos ustedes que juzgan la tierra.
11 Sirvan a YAHWEH con temor;
alégrense en El con temblor.
12 Besen al hijo, para que en ningún momento YAHWEH se enfurezca,
y perezcan del camino de justicia,
cuando de repente arda su ira.
¡Bendecidos son aquellos que en El confían![9]
Este es un Salmo Mesiánico, se aplica a Yahshúa por lo menos cinco veces en el Brit Hadashah. [Hch 4.25, 26; 13.33; He
1.5, 6; 5.5; Re 2.26, 27; 12.5; 19.15]
5 Los Salmos fueron escritos por David y otros, 1,000 años antes del Mesías y contienen muchas profecías sobre.
6 Podemos ver la ejad de Yisra'el, YAHWEH instalando a Su Rey, Mashíaj Yahshúa, David sabía que YAHWEH
cumpliría su promesa de traer al Mesías al mundo por medio de su descendencia (2S 7.16; 1Cr 17.11, 12).
7 Yahshúa, el unigénito hijo de YAHWEH, tomó cuerpo humano.
8 La casa de Yisra'el o Efrayim que se había Gentilizado, y todas las naciones paganas del mundo serán heredadas por
Yahshúa por decreto del Padre YAHWEH.
9 «Besen al hijo» se refiere a rendirse y someterse completamente al Rey. Yahshúa no es sólo el Rey escogido por
YAHWEH, sino que también debe ser Rey en nuestros corazones y en nuestra vida. Para poder estar listos para Su
venida, debemos someternos a El cada día.