sábado, 5 de febrero de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 93

Salmo 93


1JEHOVÁ reina, vistióse de magnificencia,

Vistióse Jehová, ciñose de fortaleza;

Afirmó también el mundo, que no se moverá.

2Firme es tu trono desde entonces:

Tú eres eternalmente.

3Alzaron los ríos, oh Jehová,

Alzaron los ríos su sonido;

Alzaron los ríos sus ondas.

4Jehová en las alturas es más poderoso

Que el estruendo de las muchas aguas,

Más que las recias ondas de la mar.

5Tus testimonios son muy firmes:

La santidad conviene á tu casa,

Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

viernes, 4 de febrero de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 93

Salmo 93


1JEHOVÁ reina, vistióse de magnificencia,

Vistióse Jehová, ciñose de fortaleza;

Afirmó también el mundo, que no se moverá.

2Firme es tu trono desde entonces:

Tú eres eternalmente.

3Alzaron los ríos, oh Jehová,

Alzaron los ríos su sonido;

Alzaron los ríos sus ondas.

4Jehová en las alturas es más poderoso

Que el estruendo de las muchas aguas,

Más que las recias ondas de la mar.

5Tus testimonios son muy firmes:

La santidad conviene á tu casa,

Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

jueves, 3 de febrero de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 92

Salmo 92

Salmo: Canción para el día del Sábado.


1BUENO es alabar á Jehová,

Y cantar salmos á tu nombre, oh Altísimo;

2Anunciar por la mañana tu misericordia,

Y tu verdad en las noches,

3En el decacordio y en el salterio,

En tono suave con el arpa.

4Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;

En las obras de tus manos me gozo.

5¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!

Muy profundos son tus pensamientos.

6El hombre necio no sabe,

Y el insensato no entiende esto:

7Que brotan los impíos como la hierba,

Y florecen todos los que obran iniquidad,

Para ser destruídos para siempre.

8Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.

9Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová,

Porque he aquí, perecerán tus enemigos;

Serán disipados todos los que obran maldad.

10Empero tú ensalzarás mi cuerno como el de unicornio:

Seré ungido con aceite fresco.

11Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos:

Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

12El justo florecerá como la palma:

Crecerá como cedro en el Líbano.

13Plantados en la casa de Jehová,

En los atrios de nuestro Dios florecerán.

14Aun en la vejez fructificarán;

Estarán vigorosos y verdes;

15Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto.

Y que en él no hay injusticia.

miércoles, 2 de febrero de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 91

Salmo 91


1EL que habita al abrigo del Altísimo,

Morará bajo la sombra del Omnipotente.

2Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;

Mi Dios, en él confiaré.

3Y él te librará del lazo del cazador:

De la peste destruidora.

4Con sus plumas te cubrirá,

Y debajo de sus alas estarás seguro:

Escudo y adarga es su verdad.

5No tendrás temor de espanto nocturno,

Ni de saeta que vuele de día;

6Ni de pestilencia que ande en oscuridad,

Ni de mortandad que en medio del día destruya.

7Caerán á tu lado mil,

Y diez mil á tu diestra:

Mas á ti no llegará.

8Ciertamente con tus ojos mirarás,

Y verás la recompensa de los impíos.

9Porque tú has puesto á Jehová, que es mi esperanza.

Al Altísimo por tu habitación,

10No te sobrevendrá mal,

Ni plaga tocará tu morada.

11Pues que á sus ángeles mandará acerca de ti,

Que te guarden en todos tus caminos.

12En las manos te llevarán,

Porque tu pie no tropiece en piedra.

13Sobre el león y el basilisco pisarás;

Hollarás al cachorro del león y al dragón.

14Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré:

Pondrélo en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

15Me invocará, y yo le responderé:

Con él estare yo en la angustia:

Lo libraré, y le glorificaré.

16Saciarélo de larga vida,

Y mostraréle mi salud.

martes, 1 de febrero de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 90

Salmo 90

Oración de Moisés varón de Dios.


1SEÑOR, tú nos has sido refugio

En generación y en generación.

2Antes que naciesen los montes

Y formases la tierra y el mundo,

Y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

3Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,

Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.

4Porque mil años delante de tus ojos,

Son como el día de ayer, que pasó,

Y como una de las vigilias de la noche.

5Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño;

Como la hierba que crece en la mañana:

6En la mañana florece y crece;

A la tarde es cortada, y se seca.

7Porque con tu furor somos consumidos,

Y con tu ira somos conturbados.

8Pusiste nuestras maldades delante de ti,

Nuestros yerros á la luz de tu rostro.

9Porque todos nuestros días declinan á causa de tu ira;

Acabamos nuestros años como un pensamiento.

10Los días de nuestra edad son setenta años;

Que si en los más robustos son ochenta años,

Con todo su fortaleza es molestia y trabajo;

Porque es cortado presto, y volamos.

11¿Quién conoce la fortaleza de tu ira,

Y tu indignación según que debes ser temido?

12Enséñanos de tal modo á contar nuestros días,

Que traigamos al corazón sabiduría.

13Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo?

Y aplácate para con tus siervos.

14Sácianos presto de tu misericordia:

Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.

15Alégranos conforme á los días que nos afligiste,

Y los años que vimos mal.

16Aparezca en tus siervos tu obra,

Y tu gloria sobre sus hijos.

17Y sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros:

Y ordena en nosotros la obra de nuestras manos,

La obra de nuestras manos confirma.

lunes, 31 de enero de 2011

EL LIBRO DE LOS SALMOS, SALMO 89

Salmo 89

Masquil de Ethán Ezrahita.


1LAS misericordias de Jehová cantaré perpetuamente;

En generación y generación haré notoria tu verdad con mi boca.

2Porque dije: Para siempre será edificada misericordia;

En los mismos cielos apoyarás tu verdad.

3Hice alianza con mi escogido;

Juré á David mi siervo: diciendo.

4Para siempre confirmaré tu simiente,

Y edificaré tu trono por todas las generaciones. (Selah.)

5Y celebrarán los cielos tu maravilla, oh Jehová;

Tu verdad también en la congregación de los santos.

6Porque ¿quién en los cielos se igualará con Jehová?

¿Quién será semejante á Jehová entre los hijos de los potentados?

7Dios terrible en la grande congregación de los santos,

Y formidable sobre todos cuantos están alrededor suyo.

8Oh Jehová, Dios de los ejércitos,

¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová,

Y tu verdad está en torno de ti.

9Tú tienes dominio sobre la bravura de la mar:

Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

10Tú quebrantaste á Rahab como á un muerto:

Con el brazo de tu fortaleza esparciste á tus enemigos.

11Tuyos los cielos, tuya también la tierra:

El mundo y su plenitud, tú lo fundaste.

12Al aquilón y al austro tú los criaste:

Tabor y Hermón cantarán en tu nombre.

13Tuyo el brazo con valentía;

Fuerte es tu mano, ensalzada tu diestra.

14Justicia y juicio son el asiento de tu trono:

Misericordia y verdad van delante de tu rostro.

15Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte:

Andarán, oh Jehová, á la luz de tu rostro.

16En tu nombre se alegrarán todo el día;

Y en tu justicia serán ensalzados.

17Porque tú eres la gloria de su fortaleza;

Y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno.

18Porque Jehová es nuestro escudo;

Y nuestro rey es el Santo de Israel.

19Entonces hablaste en visión á tu santo,

Y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre valiente;

He ensalzado un escogido de mi pueblo.

20Hallé á David mi siervo;

Ungílo con el aceite de mi santidad.

21Mi mano será firme con él,

Mi brazo también lo fortificará.

22No lo avasallará enemigo,

Ni hijo de iniquidad lo quebrantará.

23Mas yo quebrantaré delante de él á sus enemigos,

Y heriré á sus aborrecedores.

24Y mi verdad y mi misericordia serán con él;

Y en mi nombre será ensalzado su cuerno.

25Asimismo pondré su mano en la mar,

Y en los ríos su diestra.

26El me llamará: Mi padre eres tú,

Mi Dios, y la roca de mi salud.

27Yo también le pondré por primogénito,

Alto sobre los reyes de la tierra.

28Para siempre le conservaré mi misericordia;

Y mi alianza será firme con él.

29Y pondré su simiente para siempre,

Y su trono como los días de los cielos.

30Si dejaren sus hijos mi ley,

Y no anduvieren en mis juicios;

31Si profanaren mis estatutos,

Y no guardaren mis mandamientos;

32Entonces visitaré con vara su rebelión,

Y con azotes sus iniquidades.

33Mas no quitaré de él mi misericordia,

Ni falsearé mi verdad.

34No olvidaré mi pacto,

Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.

35Una vez he jurado por mi santidad,

Que no mentiré á David.

36Su simiente será para siempre,

Y su trono como el sol delante de mí.

37Como la luna será firme para siempre,

Y como un testigo fiel en el cielo. (Selah.)

38Mas tú desechaste y menospreciaste á tu ungido;

Y te has airado con él.

39Rompiste el pacto de tu siervo;

Has profanado su corona hasta la tierra.

40Aportillaste todos sus vallados;

Has quebrantado sus fortalezas.

41Menoscabáronle todos los que pasaron por el camino:

Es oprobio á sus vecinos.

42Has ensalzado la diestra de sus enemigos;

Has alegrado á todos sus adversarios.

43Embotaste asimismo el filo de su espada,

Y no lo levantaste en la batalla.

44Hiciste cesar su brillo,

Y echaste su trono por tierra.

45Has acortado los días de su juventud;

Hasle cubierto de afrenta. (Selah.)

46¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿te esconderás para siempre?

¿Arderá tu ira como el fuego?

47Acuérdate de cuán corto sea mi tiempo:

¿Por qué habrás criado en vano á todos los hijos del hombre?

48¿Qué hombre vivirá y no verá muerte?

¿Librarás su vida del poder del sepulcro? (Selah.)

49Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias,

Que juraste á David por tu verdad?

50Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos;

Oprobio que llevo yo en mi seno de muchos pueblos.

51Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado,

Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.

52Bendito Jehová para siempre.

Amén, y Amén.