sábado, 30 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 11

Salmos Capítulo 11

1 Al Vencedor: Salmo de David. En el SEÑOR he confiado. ¿Cómo decís a mi alma: Escapa al monte cual ave?

2 Porque he aquí, los malos entesaron el arco, apercibieron sus saetas sobre la cuerda para asaetear en oculto a los rectos de corazón.

3 Porque los fundamentos serán derribados. ¿El justo qué ha hecho?

4 El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.

5 El SEÑOR prueba al justo; pero al malo y al que ama la rapiña, su alma aborrece.

6 Sobre los malos lloverá lazos; fuego y azufre, con vientos de torbellinos, será la porción del cáliz de ellos.

7 Porque el justo SEÑOR amó las justicias, al recto mirará su rostro.

viernes, 29 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 10

Salmos Capítulo 10

1 ¿Por qué estás lejos, oh SEÑOR, y te escondes en los tiempos de la angustia?

2 Con arrogancia el malo persigue al pobre; sean tomados en los pensamientos que pensaron.

3 Por cuanto se alabó el malo del deseo de su alma, y diciendo bien al robador, blasfema del SEÑOR.

4 El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios. No está Dios en todos sus pensamientos.

5 Sus caminos atormentan en todo tiempo; tus juicios son altura delante de él; echa bocanadas en orden a todos sus enemigos.

6 Dice en su corazón: No seré movido en ningún tiempo, porque no me alcanzará el mal.

7 Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua, molestia y maldad.

8 Está en las guaridas de las aldeas; en los escondrijos mata al inocente; sus ojos están acechando al pobre.

9 Acecha de encubierto, como el león desde su cama; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo en su red.

10 Se encoge, se agacha, y caen en sus fuerzas muchos desdichados.

11 Dice en su corazón: Dios está olvidado, ha encubierto su rostro; nunca lo vio.

12 Levántate, oh SEÑOR Dios, alza tu mano, no te olvides de los pobres.

13 ¿Por qué irrita el malo a Dios? En su corazón ha dicho que no lo inquirirás.

14 Tú has visto; porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia en tus manos; a ti se acoge el pobre, tú eres el amparo del huérfano.

15 Quebranta el brazo del inicuo; del malo buscarás su maldad, y no la hallarás.

16 El SEÑOR, Rey eterno y perpetuo; de su tierra fueron destruidos los gentiles.

17 El deseo de los humildes oíste, oh SEÑOR; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;

18 para juzgar al huérfano y al pobre; no volverá más a hacer violencia el hombre de la tierra.

jueves, 28 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 9

Salmos Capítulo 9

1 Al Vencedor: sobre Mut-labén: Salmo de David. Te alabaré, oh SEÑOR, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.

2 Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo;

3 por haber sido mis enemigos vueltos atrás; caerán y perecerán delante de ti.

4 Porque has hecho mi juicio y mi causa; te has sentado en silla juzgando justicia.

5 Reprendiste los gentiles, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos para siempre y eternalmente.

6 Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas.

7 Mas el SEÑOR permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.

8 Y él juzgará el mundo con justicia; juzgará los pueblos con rectitud.

9 Y será el SEÑOR refugio al pobre, refugio para el tiempo de angustia.

10 Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.

11 Cantad al SEÑOR, el que habita en Sion. Noticiad en los pueblos sus obras.

12 Porque demandando la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres.

13 Ten misericordia de mí, SEÑOR. Mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;

14 para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me goce en tu salud.

15 Se hundieron los gentiles en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue tomado su pie.

16 El SEÑOR fue conocido en el juicio que hizo; en la obra de sus manos fue enlazado el malo. (Meditación para siempre. Selah.)

17 Los malos volverán al sepulcro; todos los gentiles que se olvidan de Dios.

18 Porque no para siempre será olvidado el pobre; ni la esperanza de los pobres perecerá para siempre.

19 Levántate, oh SEÑOR; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas los gentiles delante de ti.

20 Pon, oh SEÑOR, temor en ellos: conozcan los gentiles que son hombres. (Selah.)

miércoles, 27 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 8

Salmos Capítulo 8

1 Al Vencedor: sobre Gitit: Salmo de David. Oh DIOS, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu alabanza sobre los cielos!

2 De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.

3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú compusiste:

4 ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?

5 Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de hermosura.

6 Le hiciste señorear de las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies:

7 Ovejas, y bueyes, todo ello; y asimismo las bestias del campo,

8 las aves de los cielos, y los peces del mar; lo que pasa por los caminos del mar.

9 Oh DIOS, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

martes, 26 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 7

Salmos Capítulo 7

1 Sigaión de David, que cantó al SEÑOR sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín. SEÑOR Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;

2 no sea que arrebaten mi alma, como león que despedaza, sin que haya quien libre.

3 SEÑOR Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad;

4 si di mal pago al pacífico conmigo, que escapé mi perseguidor sin pago.

5 Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; y pise en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. (Selah.)

6 Levántate, oh SEÑOR, con tu furor; álzate a causa de las iras de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.

7 Y te rodeará ayuntamiento de pueblos; por causa pues de él vuélvete en alto.

8 El SEÑOR juzgará los pueblos; júzgame, oh SEÑOR, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad.

9 Consuma ahora mal a los malos, y establece al justo; pues el Dios justo es el que prueba los corazones y los riñones.

10 Mi escudo es en Dios, el que salva a los rectos de corazón.

11 Dios es el que juzga al justo; y Dios está airado contra los impíos todos los días.

12 Si no se volviere, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.

13 Asimismo ha aparejado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.

14 He aquí ha tenido parto de iniquidad; concibió trabajo, y dio a luz mentira.

15 Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en la fosa que hizo caerá.

16 Su trabajo se tornará sobre su cabeza, y su agravio descenderá sobre su mollera.

17 Alabaré yo al SEÑOR conforme a su justicia, y cantaré al nombre del SEÑOR el Altísimo.

lunes, 25 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 6

Salmos Capítulo 6

1 Al Vencedor: en Neginot sobre Seminit: Salmo de David. SEÑOR, no me reprendas con tu furor, ni me castigues con tu ira.

2 Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, porque yo estoy debilitado; sáname, oh SEÑOR, porque mis huesos están conturbados.

3 Mi alma asimismo está muy conturbada; y tú, SEÑOR, ¿hasta cuándo?

4 Vuelve, oh SEÑOR, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.

5 Porque en la muerte no hay memoria de ti, ¿quién te loará en el sepulcro?

6 Heme consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo mi lecho, riego mi estrado con mis lágrimas.

7 Mis ojos están carcomidos de descontento; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.

8 Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque el SEÑOR ha oído la voz de mi lloro.

9 El SEÑOR ha oído mi ruego; el SEÑOR ha recibido mi oración.

10 Se avergonzarán, y se turbarán mucho todos mis enemigos; se volverán y serán avergonzados de repente.

domingo, 24 de octubre de 2010

Salmos Capítulo 5

Salmos Capítulo 5

1 Al Vencedor: sobre Nehilot: Salmo de David. Escucha, oh SEÑOR, mis palabras. Considera la meditación mía.

2 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.

3 Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré a ti, y esperaré.

4 Porque tú no eres un Dios que ame la maldad: El malo no habitará junto a ti.

5 No estarán los locos que se gobiernan por afecto o consejo de la carne delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.

6 Destruirás a los que hablan mentira. Al varón de sangre y de engaño abominará el SEÑOR.

7 Y yo en la multitud de tu misericordia entraré en tu Casa; adoraré al santo Templo tuyo con tu temor.

8 Guíame, SEÑOR, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.

9 Porque no hay en su boca rectitud; sus entrañas son pravedades; sepulcro abierto es su garganta, con su lengua lisonjearán.

10 Desbaratados, oh Dios; caigan de sus consejos; por la multitud de sus rebeliones échalos, porque se rebelaron contra ti.

11 Y se alegrarán todos los que esperan en ti; para siempre jubilarán, y los cubrirás; y se alegrarán en ti los que aman tu nombre.

12 Porque tú, oh SEÑOR, bendecirás al justo; lo cercarás de benevolencia como con un escudo.