sábado, 11 de diciembre de 2010

Salmo 45

Salmo 45

Al Músico principal: sobre Sosannim: para los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores.


1REBOSA mi corazón palabra buena:

Refiero yo al Rey mis obras:

Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

2Haste hermoseado más que los hijos de los hombres;

La gracia se derramó en tus labios:

Por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

3Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente,

Con tu gloria y con tu majestad.

4Y en tu gloria sé prosperado:

Cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad, y de justicia;

Y tu diestra te enseñará cosas terribles.

5Tus saetas agudas

Con que caerán pueblos debajo de ti,

Penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey.

6Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre:

Vara de justicia la vara de tu reino.

7Amaste la justicia y aborreciste la maldad:

Por tanto te ungió Dios, el Dios tuyo,

Con óleo de gozo sobre tus compañeros.

8Mirra, áloe, y casia exhalan todos tus vestidos:

En estancias de marfil te han recreado.

9Hijas de reyes entre tus ilustres:

Está la reina á tu diestra con oro de Ophir.

10Oye, hija, y mira, é inclina tu oído;

Y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

11Y deseará el rey tu hermosura:

E inclínate á él, porque él es tu Señor.

12Y las hijas de Tiro vendrán con presente;

Implorarán tu favor los ricos del pueblo.

13Toda ilustre es de dentro la hija del rey:

De brocado de oro es su vestido.

14Con vestidos bordados será llevada al rey;

Vírgenes en pos de ella:

Sus compañeras serán traídas á ti.

15Serán traídas con alegría y gozo:

Entrarán en el palacio del rey.

16En lugar de tus padres serán tus hijos,

A quienes harás príncipes en toda la tierra.

17Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones:

Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Salmo 44

Salmo 44

Al Músico principal: de los hijos de Coré: Masquil.


1OH Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado,

La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.

2Tú con tu mano echaste las gentes, y los plantaste á ellos;

Afligiste los pueblos, y los arrojaste.

3Porque no se apoderaron de la tierra por su espada,

Ni su brazo los libró;

Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro,

Porque te complaciste en ellos.

4Tú, oh Dios, eres mi rey:

Manda saludes á Jacob.

5Por medio de ti sacudiremos á nuestros enemigos:

En tu nombre atropellaremos á nuestros adversarios.

6Porque no confiaré en mi arco,

Ni mi espada me salvará.

7Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos,

Y has avergonzado á los que nos aborrecían.

8En Dios nos gloriaremos todo tiempo,

Y para siempre loaremos tu nombre. (Selah.)

9Empero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar;

Y no sales en nuestros ejércitos.

10Nos hiciste retroceder del enemigo,

Y saqueáron nos para sí los que nos aborrecían.

11Pusístenos como á ovejas para comida,

Y esparcístenos entre las gentes.

12Has vendido tu pueblo de balde,

Y no pujaste en sus precios.

13Pusístenos por vergüenza á nuestros vecinos,

Por escarnio y por burla á los que nos rodean.

14Pusístenos por proverbio entre las gentes,

Por movimiento de cabeza en los pueblos.

15Cada día mi vergüenza está delante de mí,

Y cúbreme la confusión de mi rostro,

16Por la voz del que me vitupera y deshonra,

Por razón del enemigo y del que se venga.

17Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti;

Y no hemos faltado á tu pacto.

18No se ha vuelto atrás nuestro corazón,

Ni tampoco se han apartado nuestros pasos de tus caminos.

19Cuando nos quebrantaste en el lugar de los dragones,

Y nos cubriste con sombra de muerte,

20Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios,

O alzado nuestras manos á dios ajeno,

21¿No demandaría Dios esto?

Porque él conoce los secretos del corazón.

22Empero por tu causa nos matan cada día;

Somos tenidos como ovejas para el matadero.

23Despierta; ¿por qué duermes, Señor?

Despierta, no te alejes para siempre.

24¿Por qué escondes tu rostro,

Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?

25Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo:

Nuestro vientre está pegado con la tierra.

26Levántate para ayudarnos,

Y redímenos por tu misericordia.

jueves, 9 de diciembre de 2010

SALMO 43

Salmo 43


1JÚZGAME, oh Dios, y aboga mi causa:

Líbrame de gente impía, del hombre de engaño é iniquidad.

2Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?

¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

3Envía tu luz y tu verdad: éstas me guiarán,

Me conducirán al monte de tu santidad,

Y á tus tabernáculos.

4Y entraré al altar de Dios,

Al Dios alegría de mi gozo;

Y alabaréte con arpa, oh Dios, Dios mío.

5¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y por qué te conturbes en mí?

Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar;

Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

SALMO 42

Salmo 42

Al Músico principal: Masquil á los hijos de Coré.


1COMO el ciervo brama por las corrientes de las aguas,

Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

2Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo:

¡Cuándo vendré, y pareceré delante de Dios!

3Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,

Mientras me dicen todos los días:

¿Dónde está tu Dios?

4Acordaréme de estas cosas, y derramaré sobre mí mi alma:

Cuando pasaré en el número, iré con ellos hasta la casa de Dios,

Con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud.

5¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y te conturbas en mí?

Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar

Por las saludes de su presencia.

6Dios mío, mi alma está en mí abatida:

Acordaréme por tanto de ti desde tierra del Jordán,

Y de los Hermonitas, desde el monte de Mizhar.

7Un abismo llama á otro á la voz de tus canales:

Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

8De día mandará Jehová su misericordia,

Y de noche su canción será conmigo,

Y oración al Dios de mi vida.

9Diré á Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?

¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

10Mientras se están quebrantando mis huesos, mis enemigos me afrentan,

Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

11¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y por qué te conturbas en mí?

Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar;

Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.

martes, 7 de diciembre de 2010

SALMO 41

Salmo 41

Al Músico principal: Salmo de David.


1BIENAVENTURADO el que piensa en el pobre:

En el día malo lo librará Jehová.

2Jehová lo guardé, y le dé vida: sea bienaventurado en la tierra,

Y no lo entregues á la voluntad de sus enemigos.

3Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor:

Mullirás toda su cama en su enfermedad.

4Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí;

Sana mi alma, porque contra ti he pecado.

5Mis enemigos dicen mal de mí preguntando:

¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?

6Y si venía á ver me, hablaba mentira:

Su corazón se amontonaba iniquidad;

Y salido fuera, hablábala.

7Reunidos murmuraban contra mí todos los que me aborrecían:

Contra mí pensaban mal, diciendo de mí:

8Cosa pestilencial de él se ha apoderado;

Y el que cayó en cama, no volverá á levantarse.

9Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía,

Alzó contra mí el calcañar.

10Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar,

Y daréles el pago.

11En esto habré conocido que te he agradado,

Que mi enemigo no se holgará de mí.

12En cuanto á mí, en mi integridad me has sustentado,

Y me has hecho estar delante de ti para siempre.

13Bendito sea Jehová, el Dios de Israel,

Por siglos de siglos.

Amén y Amén.

lunes, 6 de diciembre de 2010

SALMO 40

Salmo 40

Al Músico principal: Salmo de David.


1RESIGNADAMENTE esperé á Jehová,

E inclinóse á mí, y oyó mi clamor.

2E hízome sacar de un lago de miseria, del lodo cenagoso;

Y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

3Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza á nuestro Dios.

Verán esto muchos, y temerán,

Y esperarán en Jehová.

4Bienaventurado el hombre que puso á Jehová por su confianza,

Y no mira á los soberbios, ni á los que declinan á la mentira.

5Aumentado has tú, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;

Y tus pensamientos para con nosotros,

No te los podremos contar:

Si yo anunciare y hablare de ellos,

No pueden ser enarrados.

6Sacrificio y presente no te agrada;

Has abierto mis oídos;

Holocausto y expiación no has demandado.

7Entonces dije: He aquí, vengo;

En el envoltorio del libro está escrito de mí:

8El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado;

Y tu ley está en medio de mis entrañas.

9Anunciado he justicia en grande congregación:

He aquí no detuve mis labios, Jehová, tú lo sabes.

10No encubrí tu justicia dentro de mi corazón:

Tu verdad y tu salvación he dicho:

No oculté tu misericordia y tu verdad en grande concurso.

11Tú, Jehová, no apartes de mí tus misericordias:

Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.

12Porque me han cercado males hasta no haber cuento:

Hanme comprendido mis maldades, y no puedo levantar la vista:

Hanse aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falta.

13Quieras, oh Jehová, librarme;

Jehová, apresúrate á socorrerme.

14Sean avergonzados y confusos á una

Los que buscan mi vida para cortarla:

Vuelvan atrás y avergüéncense

Los que mi mal desean.

15Sean asolados en pago de su afrenta

Los que me dicen: ¡Ea, ea!

16Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan;

Y digan siempre los que aman tu salud:

Jehová sea ensalzado.

17Aunque afligido yo y necesitado,

Jehová pensará de mí:

Mi ayuda y mi libertador eres tú;

Dios mío, no te tardes.

domingo, 5 de diciembre de 2010

SALMO 39

Salmo 39

Al Músico principal, á Jeduthún: Salmo de David.


1YO DIJE: Atenderé á mis caminos,

Para no pecar con mi lengua:

Guardaré mi boca con freno,

En tanto que el impío fuere contra mí.

2Enmudecí con silencio, calléme aun respecto de lo bueno:

Y excitóse mi dolor.

3Enardecióse mi corazón dentro de mí;

Encendióse fuego en mi meditación,

Y así proferí con mi lengua:

4Hazme saber, Jehová, mi fin,

Y cuánta sea la medida de mis días;

Sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.

5He aquí diste á mis días término corto,

Y mi edad es como nada delante de ti:

Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)

6Ciertamente en tinieblas anda el hombre;

Ciertamente en vano se inquieta:

Junta, y no sabe quién lo allegará.

7Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?

Mi esperanza en ti está.

8Líbrame de todas mis rebeliones;

No me pongas por escarnio del insensato.

9Enmudecí, no abrí mi boca;

Porque tú lo hiciste.

10Quita de sobre mí tu plaga;

De la guerra de tu mano soy consumido.

11Con castigos sobre el pecado corriges al hombre,

Y haces consumirse como de polilla su grandeza:

Ciertamente vanidad es todo hombre. (Selah.)

12Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor:

No calles á mis lágrimas;

Porque peregrino soy para contigo,

Y advenedizo, como todos mis padres. 13Déjame, y tomaré fuerzas,

Antes que vaya y perezca.